Doña Flor y sus Dos Maridos Pobres.
Por: Mario Herrera
Urge reparar la instalación |
Y bien pobres que
son. Es difícil mantener algo bueno así.
El Estadio
Nacional de Fútbol Pedro Marrero es una instalación que urge reparar. Al ser el
principal escenario de este deporte en Cuba, acoge eventos internacionales,
llámese eliminatorias mundialistas, fases de grupo de la Copa de Naciones del
Caribe o fases de grupo eliminatorias a torneos de categorías juveniles. Además
tiene la responsabilidad de ser el centro de entrenamiento de selecciones
nacionales. Súmele los partidos del Campeonato Nacional de Fútbol.
Eso sin dudas
explota la cancha que no tiene mucho tiempo para recuperarse.
Cuando empezó la
temporada 2012-13 del nacional, compartía micrófonos en el programa Tribuna
Deportiva de la COCO, se hablaba mal del terreno y hasta mandaron un SMS que
decía que había nidos de cangrejos en el terreno. Al día siguiente me di un
salto por allá mientras lo acondicionaban para el primer encuentro y lo caminé.
No había nidos de
cangrejos pero sí de arañas y hormigas. El administrador me comentaba que una
vez terminado el torneo sería reparado por la misma empresa que hizo tan buen
trabajo en el estadio Latinoamericano.
Pero sigue sin
aparecer la reparación.
El Marrero se
comparte entre el fútbol y el atletismo y ninguno tiene los suficientes
recursos para cerrar la instalación y reconstruirla practicamente.
La cosa se
complica un poco más. Por el proyecto Gol se hizo un arreglo pero casi después
de terminar, lo adelantado fue destrozado por un huracán en 2004. De nuevo el
proyecto puso capital y se logró ponerle iluminación artificial para la
eliminatoria mundialista de 2008, pero resulta que hay que pedirle permiso a la
empresa eléctrica para que se enciendan y ellos se llevaron el “katao”.
Después del
huracán, la Asociación de Fútbol de Cuba compró las tejas para tapar los huecos
dejados por los fuertes vientos. Una brigada intentó ponerlas pero desistió tras
un desafortunado accidente. No respetar las medidas de seguridad…
La gran pizarra del Marrero |
Para esa
eliminatoria se “reparó” la pizarra. Es muy grande y se le pasó una manita de
pintura. Pero bien lejos de ser electrónica, aún mantiene la tradicional
ventanilla que se abre y cierra con el marcador.
Y volvemos al
terreno. Atletismo entrena diariamente, a regañadientes se logró que no lo
hagan dentro del terreno de fútbol. Y la empresa matancera ahora tiene “nivel”.
Hicieron el campo de golf de Varadero y cobran…
Imaginen que una
entidad holandesa viene a poner la cancha sintética donada por la FIFA, y la
empresa matancera cobra dos veces y media lo que cobrará la europea. Que conste
que no es barato así que multiplique.
¿Y quién paga los
platos rotos? En primer lugar nuestros futbolistas que no cuentan con una
instalación decente por lo menos, y después, nuestro pueblo, que ve en
televisión las extraordinarias canchas y estadios del mundo, y cuando van al
Marrero se desilusionan y dejan de asistir. Por último el Fútbol cubano,
desplazado de la preferencia de los amantes a este deporte porque no tienen lo
que quieren y merecen.
Nada, que a Doña
Flor le tocó bailar con los más pobres.
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