lunes, 30 de septiembre de 2013

A ver qué pasa ahora




A ver qué pasa ahora.

Por: Mario Herrera


Robertlandy Simón quisiera volver a jugar por Cuba
 Creo que hablo por muchas personas cuando digo que estamos alegres por las últimas políticas que en materia de deportes aprobó el estado cubano. La verdad, difiero del Comisionado Nacional de Beisbol cuando dijo que era “una necesidad sentida de nuestro pueblo”. Más que de nuestro pueblo, de nuestro deporte en general.
 Hace años que la salida de jugadores claves de equipos nacionales era un problema (Fíjense que no me voy a meter con los que nunca hicieron team Cuba). Beisbol, fútbol, baloncesto, voleibol, ajedrez, boxeo; todos los deportes perdieron a estelares. ¿Qué pasaba? En un momento dado la dirección de la Revolución determinó la desaparición del deporte profesional y la sustitución por uno amateur. Pero pasó el tiempo y cambiaron las condiciones.
 Con la crisis económica de los noventa (eufemísticamente llamada Período Especial en tiempos de paz) vino un cambio, no solo en el bolsillo nacional, en la base, sino en la superestructura y por tanto, en la vida del cubano aupado bajo la tutela del estado, mimado y antiproductivo.  Este cambio afectó la forma de pensar, la educación. En fin, fue una hecatombe de la que nos salvamos solo gracias a la admiración popular y el liderazgo innegable del Comandante Fidel Castro. Decir otra cosa sería mentir.
 Poco a poco comenzamos a salir de la parte más cruda de la crisis, pero al insertarnos en un panorama mundial diferente de la realidad que hasta el momento conocíamos, cambiamos aún más nuestros intereses que, sin dejar de ser humanistas, fueron más económicos.
 Los deportistas salían a cada rato; eventos deportivos hay todo el año y ellos contactaron con más frecuencia con una realidad diferente. Compararon. Algunos decidieron no volver.
¿Volverán los que salieron de forma legal?
  El criterio estatal “no importa cuántos se vayan, siempre habrá alguien que ocupe su lugar” no calmaba ni a atletas ni a aficionados. Los estadios comenzaron a vaciarse. Solo el beisbol en picos de temporada escapaba al fenómeno. Los resultados de equipos cubanos a nivel mundial comenzaron a ser menos atractivos, si no son atractivos a nivel mundial, menos lo serán en casa. La televisión transmitía deportes de todo el mundo y de nuevo algunos atletas comparaban: “no hay gran diferencia entre nosotros y paso tanto trabajo, ¿por qué no?” Otros sencillamente querían saber si podrían triunfar en “la caliente”.
 Cuba es un país diferente hoy a hace siete años. Muchas cosas variaron desde el plebiscito popular de 2008; compra-venta de casas, carros, leyes migratorias, reformas para negocios por cuenta propia, oportunidades de quedarse en hoteles, y ahora esta nueva política para los atletas. El estado trata de no perder dos principios que considera fundamentales. Uno, “El Hombre no tiene precio”; dos, “A cada cual según su capacidad, a cada quien según su trabajo”.
 Ahora a ver cómo funciona. Habrá pagos por rendimiento, premio en metálico para el equipo que gane la Serie Nacional de Beisbol, posibilidad de ser contratado por una entidad en el extranjero para jugar, siempre que esté para las principales competencias (y aquí me perdí porque no aclara si es obligatorio para otros deportes más allá de la pelota estar en Cuba para los campeonatos nacionales o si se trata de la convocatoria para eventos internacionales).
 El objetivo es parar la migración de atletas y de paso, mejorar las condiciones de estos, estimularlos y cobrar un impuestico, que nunca viene mal. Además ellos mejorarán su calidad en la especialidad que practiquen.
 Luce todo ventajas. ¿Será? Creo que sí. Considero que tardó mucho la solución de esta necesidad sentida del deporte cubano. Espero no lo echemos a perder de una parte, ni la otra.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Sigo siendo el Rey



SIGO SIENDO EL REY

Por: Mario Herrera
Luis Yunior Portal al momento del empate

 Seguramente escuchó la canción en algún momento de su vida. El Habana de futsal cantó y retuvo la corona del nacional de este deporte, edición 2013.
Tuve suerte de poder narrarlo. Casi termino sin voz. Les cuento algo: para mí ha sido uno de los mejores partido que he visto jamás en Cuba. Cienfuegos fue un rival de cuidado para los habaneros.
 La cosa empezó como se esperaba; el Habana atacó, intentó todo tipo de combinación, disparó cómo y cuánto quiso, pero la pelota no entraba. Cienfuegos aprovechó un error de marca y anotó el primero. Eduardo Leyva, minuto quince. Al dieciocho Luis Yunior Portal empató para los habaneros y tres minutos después de empezado el segundo tiempo, Reinier Fiallo ayudó al error de Daniel Hernández que empujó la pelota hasta su propia red para el 2-1 final. Fue un juego precioso, de ataque y contraataque, de idas y vueltas constantes, un sube y baja ofensivo. Wilfredo Carbó demostró por qué es considerado “El Maestro” de la portería del futsal cubano. Ese no pierde reflejos a pesar de sus cuarentaitrés años. El Habana rotó por toda la cancha, Cienfuegos apostó al error.
 Gradas llenas en la Kid Chocolate, el público metido en el juego, yo sin voz, de nuevo campeones.
Freddy Herrera celebra el triunfo con sus muchachos
 La ceremonia sencilla, a la vieja usanza. Creo que le dio un toque feo. Después de ver tantos buenos espectáculos por televisión y si tenemos en cuenta que era el único equipo de la capital que podía ganar un título en un deporte colectivo este año, se pudo hacer más por parte de las autoridades capitalinas para lograr un buen show para un torneo que lo merecía.
 Freddy Herrera fue el mejor DT; Brende Suárez, el mejor arquero; Eduardo “Angola” Morales, líder goleador e Isbén Román, el jugador más valioso.
 Así pasaron las cosas. Me quedé con ganas de más.

¿Qué es a su juicio la Investigación Científica?




¿Qué es a su juicio la Investigación científica?

 Por: Mónica Guillén del Campo


La Investigación Científica es esencialmente como cualquier tipo de investigación más rigurosa y cuidadosamente realizada. Se puede afirmar que es el procedimiento principal del cual se vale la Ciencia (sistema de conocimientos que se adquiere como resultado del proceso de Investigación Científica acerca de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, históricamente condicionado en su desarrollo y que tiene como base la práctica histórico social de la humanidad) para desarrollar y enriquecer su acervo de conocimientos.
La Investigación Científica como proceso creativo, es una actividad a través de la cual se obtienen respuestas a un problema planteado mediante la aplicación del Método Científico y a su vez crea nuevos problemas de investigación. Es un conjunto de acciones planificadas que se emprenden con la finalidad de resolver, total o parcialmente, un problema científico determinado. Se origina a partir de problemas cognoscitivos.
Esta actividad con propósitos cognoscitivos pretende cubrir una laguna en el conocimiento actual sobre cierta disciplina, ya sea para ampliarlo, reinterpretarlo o descubrir aspectos ignorados de este.
Surge de la observación de una realidad objetiva determinada de la cual el hombre identifica un problema y trata de explicarlo. El conocimiento espontáneo se convierte en científico al extraerlo de la realidad con métodos y herramientas precisas. El conocimiento natural sirve de base al conocimiento científico.
El conocimiento que se obtiene a partir de una Investigación Científica es diferente al conocimiento natural y espontáneo que surge en la cotidianidad, pues se adquiere siguiendo un método, que se conoce como método científico; responde al cómo y por qué; usa lenguaje especializado y es realizada por personas especialmente preparadas; busca explicar hechos mediante las hipótesis, leyes y teorías existentes o creando nuevas;tiene mayor objetividad y confiabilidad, pues las teorías científicas se contrastan con la experiencia para ser verificadas o negadas; es decir, el conocimiento espontáneo se convierte en científico al extraerlo de la realidad con métodos y herramientas precisas.
La realización de una investigación está condicionada por atributos de carácter objetivo y subjetivo, siendo los primeros las características del medio que rodean al objeto de estudio (como la magnitud, la vulnerabilidad, la factibilidad y la trascendencia); los últimos comprenden las cualidades de la personalidad del investigador o grupo de investigadores (sus capacidades, hábitos y habilidades).
En las investigaciones científicas se distinguen dos perspectivas metodológicas: la cuantitativa y la cualitativa. Los estudios de corte cuantitativo responden a las preguntas: ¿cuántos?, ¿con qué frecuencia? Las investigaciones cuantitativas se realizan con poblaciones numéricamente representativas, es decir, lo más importante son las cantidades, los porcientos, etc.; busca explicar causalmente casos, sucesos, condiciones. Por otro parte, los estudios de corte cualitativo permiten obtener respuestas a fondo acerca de lo qué las personas piensan y cuáles son sus sentimientos. Ofrece métodos de trabajo para conocer mejor las actitudes, creencias, motivos y comportamientos de la población estudiada. Con esta perspectiva no se pretende hacer generalizaciones a partir de los resultados obtenidos, pues busca Interpretar, comprender, describir y observar significados, motivaciones, sentimientos y valores.


viernes, 20 de septiembre de 2013

El Multimedallista



El multimedallista

Por Mario Herrera

 Soy un tipo con suerte. Conmigo trabaja un multimedallista Panamericano y recordista continental.
El multimedallista panamericano de la prensa
 Es un buen sujeto, te ríes mucho si te toca trabajar con él. Dice la sonidista de la emisora: “Dayan está loco”.
 Dayán García la O es periodista, narrador y comentarista deportivo. Nos graduamos juntos en la COCO y hemos coincidido en varios programas y eventos a narrar. Matancero y anti industrialista. No sé cómo se las arregla para hablar del equipo habanero en esta emisora sin ser linchado. Es un profesional.
 Los primeros juegos panamericanos de la prensa fueron en Colombia. Allá fue Dayán. Corrió, saltó, fue portero, regresó.
 Una medalla de oro, dos de plata y una de bronce, de ahí lo de multimedalista. Al ser esa la primera edición, se hizo recordista panamericano con su oro.
 Y él lo disfruta. En su sección (en la única máquina que tiene una redacción de más de quince colegas) puedes ver la secuencia del salto record. “¡Mira qué estilo! Y eso que estoy ciego de un ojo, que soy un paralímpico”.
 El Loco me cae bien. En un medio complicado sólo compite contra él mismo y mientras tanto, se ríe.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Amigos y deberes aparte



Amigos y deberes aparte

Por  Mario Herrera

Ser un periodista independiente en Cuba es complicado. Generalmente asociado al concepto “mercenario al servicio de la CIA” o “agente encubierto de la seguridad cubana”, viven en su propio mundo informativo, a veces provocado por la incompetencia del Insensócrata y otras por la necesidad de ganarse unos “kilitos”. Generalmente no me agradan.
 A Frank Abel García lo conozco hace más de diez años, desde que éramos un par de malcriados y protestones universitarios; aclaro que algunas veces con razón. Somos amigos de estudios, bares, cantinas, fiestas y parrandas. Con el tiempo cada uno hizo su vida, con las vidas cada vez nos vemos menos, pero siempre que tenemos esa oportunidad nos reunimos a hacer los mismos cuentos divertidos de siempre, la misma botella alrededor, hablamos de cualquier cosa. No de política.
 Hace poco leía en Facebook un post de Daniel Palacio: “Ahora es cuándo sabré quiénes son mis amigos”. Me preocupé.
 En 2010 empecé un curso de Narrador y Comentarista Deportivo. Lo conocí. Uno de los primeros ejercicios es escribir. Después de un tremendo fracaso, mi segundo artículo hizo reír a muchos y me cambió el nombre. De ahí en lo adelante fui “El Insensócrata”. Daniel tiene un blog. Me pidió que escribiera y él lo publicaba. Se convirtió así en mi “primer editor” y publicador. Visor Cubano era puramente deportivo.
 Leo de nuevo un post de Daniel que anunciaba un trabajo de Yoani  Sánchez, periodista independiente “líder”, según ellos. Ahora Visor Cubano cambió su perfil. “¡Coño, Dani! ¡No dejes que los insensócratas te conviertan en títere de otros tan insensócratas como ellos!”. “Me cansé, mayito”.
 Compañeros del mismo curso comentaron el cambio. “¡Infeliz!”, dijo alguien. “A mí que ni me mire”, habló otro, u otra. “Si no me saludas te pateo el culo”, le dije, “pero no me hables de política”.