Por: Mario Herrera
Ha culminado el torneo
de Ascenso del futbol cubano, mal llamado segunda división. Si bienme siento
feliz por el regreso de dos históricos a la élite nacional, también me
entristece el desenlace final del evento, que acaba de cersenar el sueño de un
jugador, de convertirse nuevamente, en profesional, en una liga extranjera.
El único partido con relevancia era el choque
entre Artemisa y La Habana, celebrado en la Polar, que terminó con victoria 1-0
de los habaneros. Artemisa peleó hasta el final y por momentos logró meter al
conjunto dirigido por el italiano Lorenzo Mambrini, en su propia área. Los azules
lograron la anotación en el segundo tiempo y pudieron ampliar. De hecho, la
jugada que significaba entonces el 2-0, muy parecida a otra, dos años antes,
que le costó el título a la entonces tropa de Dariem Díaz, frente a Camaguey,
en el Pedro Marrero. Misma situación, idéntico autor. El gol, obra de Eddy
Sanamé.