Un matrimonio robado por cobardes |
Por: Mario Herrera
El 6
de octubre de 1976 es una fecha triste para la historia de Cuba. Da igual la
opinión política que uno pueda o no tener, la convicción de izquierda o de derecha
de cada quién, el 6 de octubre es una fecha del carajo.
Cerca
de las costas de Barbados, un par de personajes siguieron las órdenes de dos
tipos de poner dos bombas a un avión civil cubano con pasajeros a bordo.
Setentaitrés personas perdieron la vida, da igual quienes fueran o de dónde;
seres humanos, eso es lo que importa.
Tuve
hace poco la oportunidad de conversar con Antonio Garcés. En esa época era
jugador de la selección nacional de fútbol de Cuba. Llevaba unos diez meses de
casado con una de las esgrimistas, Nancy Uranga Romagoza.
“Ese día
iba a buscarla al aeropuerto. Quedé con uno de los entrenadores de ese equipo
que no había podido ir para que me recogiera en el Cerro Pelado. El viaje tuvo
sus complicaciones pero al final llegaron a Venezuela. Ella me había dicho que
pensaba que no nos veríamos más y yo le dije que no me jodiera con esas con
cosas que cómo me decía algo como eso.
Entonces
me mandaron a buscar de la Ciudad Deportiva. Llegué allá y me recibió Verdecia,
con un abrazo y todo, me pareció raro. Después la compañera de la puerta me da
un abrazo, un beso, me dice algo bonito. Más raro todavía. Ellos ya sabían la
noticia.
Finalmente fui al aeropuerto y vi el ajetreo
de personas. Me dijeron que el avión había tenido un accidente. Pregunté si
alguien sobrevivió pero me dijeron que no tenían ese tipo de información
todavía.
Regresé al día siguiente y ya nos dieron el
parte completo, cómo había sido. Después a todos los familiares nos llevaron al
Habana Libre y ahí estuvimos hasta el entierro.
El
ambiente fue terrible, perder a la gente que uno quiere y de esa forma; es terrible
como quiera que uno lo vea; nos golpeó fuerte, fue tremendo. El apoyo de la
gente fue conmovedor. Uno de los actos más concurrido que se han dado en este
país. Un discurso tremendo del Comandante.
Fue triste.
Después
a nosotros nos tocó jugar contra Haití allá y te imaginas, en el avión
mirábamos para todos lados, cualquiera que dejara un paquete donde fuera lo
mirábamos mal. En Haití después sucedió lo del tiroteo en las gradas. Como seis
muerto hubo. Nosotros nos quedamos parados porque una avalancha de gente bajó y
los haitianos aprovecharon para empatar. Pero imagina ese movimiento a poco
tiempo de lo de Barbados”.
La
conversación se hizo más cortada. A treintaiocho años todavía se le corta la
voz cuando habla del tema.
Lo dije antes, da igual si eres de izquierda,
revolucionario, conservador, de derecha, lo que sea. Cosas como estas molestan
porque siquiera se hacen por cuestiones políticas. Esos fueron argumentos en
los sesenta pero después fue simplemente la acción de criminales comunes.
Documentos
desclasificados por la CIA advierten que ellos supieron desde junio de ese
mismo año los planes y nada hicieron. Cerca de esos días fue arrestado Orlando
Bosh, uno de los autores intelectuales y he visto las imágenes donde reconoce
el crimen.
Murió tranquilamente en su casa aupado por
gente que no sabe qué carajos es Cuba pero sí cómo sacarle lasca a oponerse a Cuba.
Luis Posada Carriles es el otro autor del crimen y morirá tranquilamente en la
misma ciudad.
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