sábado, 15 de marzo de 2014

Modas



Mientras más carteles tengan, más están en moda

Por: Mario Herrera
 ¿Qué cree usted de la moda del cubano joven de hoy? Aquí la hemos clavado con el tema.
 No se donde vamos a parar porque ya las cosas que se ven en la calle son “mamarracherías” puras. Mire si es así que estaba un martes cualquiera en una instalación deportiva y pasa delante de mis narices, vamos, y las de todo el mundo, un muchacho de unos diez y tantos años, con un short de mezclilla,  ¡literalmente al revés!
 Así mismo, ya no basta con la manía actual de usar el pantalón corto a la altura de las rodillas, bien apretadito que por ahí no circula ni la sangre y remangado. Imagíneselo al reverso, o sea, con las costuritas para afuera, los bolsillos delanteros para atrás y los de atrás no se ven pero en teoría, adelante. Súmele a esto una camiseta bien pegada y que dejaba fuera el ombligo y una gorra, de esas llamativas semáforos, con brillitos y todo.
  Uno a reírse sutilmente. Las personas de más edad miraban aquello (porque “eso” es cercano).
  Lo peor es que es la media. Se perdió el buen gusto de vestir. Antes uno iba a una fiesta de quince y la gente se ponía traje, con o sin corbata, pero elegante. Hoy usan un par de tenis con brillo, un pulóver que deja toda la grasa acumulada fuera, con mucho brillo (ya se me encandiló la vista) y un jeans cualquiera; si tiene bolsillos dónde sea y adornos, mejor.
 O vas por la calle y te encuentras a un niño de unos seis años, con su gorra brillante, su pantaloncito remangado y un pulóver rosado que dice Creazy Girl. Te sientes incómodo y te le acercas; como un susurro lo llamas y le dices “¿sabes lo que significa Creazy Girl?”, y te mira con una cara… Tú se lo dices de todas formas, “eso significa Chica loca”.  Ahí mismo te buscaste la que no estaba para tí y hasta son capaces de amenazarte de muerte son seriedad bastante seria. 

Y para qué hablar de la honda del calzoncillo por fuera. Un amigo me explicaba que en prisión eso tiene un significado. Usted imagíneselo, pero te dicen los valientes de hoy, los que no fueron a Angola ni le han mordido la nariz a un tiburón, que ellos no están en prisión y “qué bolá”.

 La moda nada tiene que ver con el buen gusto en nuestro país, más bien se ha perdido el gusto junto a los valores y las ganas de superación educacional. Claro, no es generalizado.
 ¿Saben lo deprimente que es ver a una persona de la tercera edad con estas pintas? Realmente da para burla profunda.
 Pero por suerte siempre me queda un Adrián, un señor mayor que se respeta y asiste a su trabajo todos los días en pantalón, camisa de mangas largas, o guayabera, y zapatos.
 “Que hace mucho calor”. Adrián lo siente. “Que no son los mismos tiempos”. Es una persona mayor en nuestro tiempo.
 ¡Y las mujeres! No soy nada puritano pero…vamos, una cosa es mostrar y otra enseñar. ¡Déjanos algo a la imaginación! Si contamos que las que más enseñan son las menos agraciadas por falta o por exceso (casi siempre esta última) de grasa…
 Y qué me dicen de los cintillos, las hebillonas y los lazos gigantescos de esos colores tan discretos.
 Nada, que uno se pregunta dónde está el concepto de belleza, o de estética. Recuerdo ahora a Enrique Colina y su documental sobre este tema. Me gustaría ver ahora la segunda parte.

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