Es el cerebro y el corazón de su equipo, como lo fue en su día de la Selección
Nacional con la que disputó más de 60 partidos oficiales. Una peña
deportiva lleva su nombre, honor comúnmente reservado a atletas ya
inactivos o fallecidos. Más que la nueva estructura de la Liga Cubana de Fútbol o la exótica participación de tres jugadores extranjeros
en esta, la noticia clave del torneo es el regreso de Alain Cervantes
con Ciego de Ávila, tras un año alejado de las canchas por decisión
personal.
Horas antes del encuentro de los Tiburones ante Sancti-Spíritus por la
séptima fecha del campeonato, DIARIO DE CUBA estuvo en la ciudad del
Yayabo para conversar con uno de los mejores futbolistas del país.
¿Cómo te sientes en tu reincorporación al Campeonato Nacional y
cómo ves la organización y la atención a los atletas en esta nueva
temporada?
Primeramente gracias a usted por haber llamado para preocuparse por mí y
hacerme una entrevista. Sobre el Campeonato Nacional estoy bastante
satisfecho, ya que tiene una estructura nueva como se juega a nivel
mundial, donde el equipo con más puntos se lleva el título. Creo que
debe ser así, premiar la regularidad.
Las condiciones para los atletas este año han sido bastante buenas, ya que el hospedaje y la alimentación es en hoteles y restaurantes desde el día anterior a los partidos, y con esto se asegura un buen descanso. Pero en cuanto al transporte,
en este final de la primera vuelta hemos tenido que viajar junto con el
equipo de Camagüey. Creo que no debe ser así, dos equipos no deben
viajar juntos en una misma guagua porque pueden surgir problemas...
Tras tu salida voluntaria de la Selección Nacional, ¿pensaste en el retiro definitivo o lo asumiste como una pausa en tu carrera deportiva?
Yo decidí dejar el fútbol porque estaba disgustado
con las autoridades deportivas de la provincia de Ciego de Ávila. Estuve
once años en el equipo nacional y nunca se interesaron por mí, nunca me
dieron nada. Y entonces tomé esa decisión de terminar, de retirarme
completamente. Pero mi madre que desde chiquitico estuvo conmigo
luchando en la EIDE (Escuela de Iniciación Deportiva para niños y adolescentes), mi esposa, mis amigos,
y el pueblo de Morón, que es una afición que siempre apoya a los
jugadores, hablaron conmigo, me insistieron en que a mis 30 años todavía
soy joven y podía regresar al fútbol.
Me senté a analizar en la casa y me dije que sí, que podía regresar en
un momento en que, además, le hacía mucha falta al equipo de Ciego de
Ávila. Como futbolista y como deportista. ¿Qué mejor orgullo que obtener
un nuevo título con ellos?
Tenías méritos de sobra para estar en el equipo Cuba que ganó la
Copa del Caribe en 2012. Sin embargo te tocó vivirlo desde afuera. ¿Qué
te pasó por la cabeza en ese momento?
Bueno, uno como jugador lo siente, porque eso uno lo lleva en la sangre.
Sin duda ninguna, eso es lo más hermoso que le puede pasar a un
futbolista: ganar un torneo. Yo estuve once años en el equipo y nunca
pude lograr eso, logré segundo y tercer lugar... Sin embargo, los
muchachos jóvenes ganaron la Copa Digicel y estoy orgulloso de ellos.
¿Cómo quedaron tus relaciones con los directivos de la Asociación de Fútbol
de Cuba, después de que tú y otros dos jugadores deciden dejar el
equipo nacional en pleno proceso clasificatorio al Mundial de Brasil
2014? ¿Crees que después de eso te volverían a convocar para la Selección?
Bueno, siempre he sido un atleta disciplinado, nunca he tenido problemas
con los directivos. Yo les planteé mi situación, mis motivos para irme,
y ellos me dijeron que no había ningún problema, que me daban el
permiso para ser liberado de la Selección Nacional.
Ser convocado de nuevo para mí sería un honor. Con todas las condiciones
creadas creo que estoy bastante bien anímica y físicamente, además del
aspecto técnico que es mi fuerte. Todo se lo dejaré en sus manos, yo voy
a seguir entrenando y jugando bien, así que todo queda por ellos. Si me
llaman, estaré listo.
En el pasado, clubes extranjeros se interesaron por ti. Ahora que el Consejo de Ministros
de Cuba por fin autorizó la contratación de deportistas cubanos en
otros países, si esas ofertas se repitieran, ¿estarías dispuesto a
probar suerte en otras ligas?
Sí, ellos se interesaron en mí y en otros de mis compañeros. Como todo el mundo sabe, no se podía ir a jugar fuera sin permiso del Gobierno. Yo estoy de acuerdo con esas nuevas medidas, porque así uno desarrolla el fútbol, porque nosotros los cubanos sí tenemos fútbol y tenemos calidad para jugar en cualquier club. Y sí, yo estaría dispuesto a jugar en cualquier parte del mundo.
Vamos a remontarnos un poco en el tiempo. En 2004 la Selección
cubana viajó a Costa Rica por la eliminatoria para el Mundial de
Alemania dos años después. Terminando el primer tiempo, marcas el gol
del 1-1, e increíblemente Cuba sigue en la pelea contra un equipo tan
fuerte como ese. Pero para la segunda mitad el peruano Miguel Company,
director técnico cubano, hace uno de los cambios más inexplicables en la
historia reciente del fútbol cubano, cuando te sustituye a ti y a Pedro
Faife (los dos motores del equipo) por dos jugadores que no tuvieron
ningún peso en el partido. ¿Qué has pensado sobre eso, no te pareció muy
extraña esa decisión del entrenador?
Era un partido difícil, todo el mundo sabe el nivel que tiene Costa Rica. Ya habíamos empatado 2-2 en La Habana e íbamos a jugar
allá en San José. Anoto el gol del empate y teníamos chances reales de
ir a la siguiente fase... Al final no perdimos, pero quedamos fuera del
Mundial, que es lo más incómodo que le puede pasar a un jugador.
La decisión del técnico para mí es la correcta. Company es uno de los mejores técnicos que ha pasado por la Selección
Nacional. Él y Raúl González Triana. No soy el más indicado para
decirte otra cosa, porque para eso hay un colectivo de entrenadores que
trabajan meses y meses.
¿Qué partido es el que mejor recuerdas con la Selección Nacional?
Recuerdo varios buenos partidos, pero creo que precisamente ese 1-1 en San José ha sido el mejor momento. Yo había llegado a la Selección
muy joven, gracias a jugadores como Alexander Cruzata, Lázaro Darcourt,
Yenier Márquez y Odelín Molina, que me ayudaron mucho para seguir
adelante, para decir que yo era un buen jugador, que tenía talento, que
podía marcar diferencia en el equipo Cuba.
¿Cómo ves el futuro inmediato del fútbol cubano en la arena internacional?
Hay bastantes atletas para poder dar el paso que falta todavía. Ese
equipo Sub-21 que fue al Mundial [de Turquía 2013], tienen calidad y
maestría, pero si no sacamos a los futbolistas a jugar a otro país, yo creo que el fútbol
cubano va a seguir ahí a ese tope, no vamos a alcanzar otro nivel,
porque hoy por hoy, solo el entrenamiento no nos va a dar el margen de
ganar. Si no jugamos con equipos de mayor nivel que nosotros no
llegaremos nunca a lo que se quiere llegar.
Un mensaje para la afición cubana y para tus compañeros de la Selección, que estoy seguro que vas a volver a integrar.
(Ante el halago, el pelao sonríe como un niño.) Darle las
gracias a la afición cubana, que yo sé que todo el mundo quiere ver a
Alaín Cervantes de nuevo en las filas de la Selección. Por mi parte voy a
hacer todo lo posible para volver a llegar y darle ese fruto a la
afición cubana, aunque sea llegar a un Campeonato Mundial, que es lo
máximo. (Por Nico Cervantes, Tomado de Diario de Cuba)
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