Por:
Mario Herrera
En estos últimos días de Play Off la sección
de deportes del programa Mediodía en TV habló mucho sobre los juegos, no tanto
de pronósticos sino de espectáculo, lo lindo que se jugaba, a gradas llenas.
Definitivamente se vio una final peleada y atractiva de nuestra pelota, amén de
los errores técnicos y tácticos de los mánagers.
Pinar del Río no pintaba en un momento dado
para discutir la gran final. Primero tenía que derrotar en semis a Industriales
y ese sí era favorito. La serie se puso tres victorias a una favorable a la
novena de Lázaro Vargas, pero los más occidentales no se dejan amilanar bajo
ningún concepto y remontaron de manera legendaria.
Por la otra semifinal, el gran favorito de
algunos derrotó sin muchas complicaciones a una diezmada tropa villaclareña y
dejó la mesa servida para la final Matanzas vs. Pinar del Río.
Matanzas ganó el primer juego, Pinar el
segundo y tercero; el cuarto parecía que lo tenía pero los cocodrilos
fabricaron una carrera en cada una de las cuatro últimas entradas para llevarse
una victoria que ya saboreaban los de vueltabajo y en el quinto encuentro,
nada, sopa del mismo plato pero con desquite.
Pinar le echó leña al fuego para ganar el tan
anhelado trofeo en el sexto partido y todo le salió a pedir de boca.
¡Campeones!
Esta serie tiene otras lecturas, un arbitraje
que dejó mucho que desear, que tomó decisiones ilógicas en varias ocasiones,
que violó el reglamento en otras, que fue vilipendiado por la misma comisión
que debe defenderlos debido a los errores de ésta.
La disciplina…A veces sucede que una sola
mancha ensombrece todo el trabajo del año en Matanzas tuvo el clímax. Los managers, o no fueron lo suficientemente
disciplinantes o no cumplieron ellos mismos la disciplina y caballerosidad que
debe mantenerse dentro y fuera del campo de juego.
Muy cuestionada la dirección de Matanzas al
punto que una parte no despreciable de la afición prefirió la victoria pinareña
a la de “Victor”; a eso, hay que darle todas las lecturas que realmente lleva
y que por un problema de espacio no vamos a tocar, además le corresponde ese
análisis a otras personas que muy errados estarían si no lo hacen con la
objetividad y la seriedad que requiere. Que conste que no soy partícipe de
hacer leña del árbol caído.
En fin, Pinar fue el mejor equipo, el más
disciplinado dentro del terreno, el que hizo los sacrificios necesarios, el que
pidió a los mejores refuerzos, el que ganó con un merecimiento tremendo.
¡Felicidades por la décima!
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