Por: Mario Herrera
Este fue un trabajo que realicé hace un par de años. Mi
homenaje a unos de los mejores futbolistas cubanos de todos los tiempo; mi
homenaje a mi jugador favorito de siempre. Unos sueñan con jugar como Messi,
otros como Cristiano Ronaldo. A mí me gustaba ver jugar a Jaine Colomé Valencia
por el coraje que ponía en la cancha a pesar de tantísimos pesares y dolores.
Tengo la suerte de contar con su amistad, el honor y privilegio de recibir de sus manos una camiseta, la última de la Selección Nacional que amó tanto que sin importarle los dolores en las rodillas, las agujas para aliviarlos, los avatares y las incongruencias, vistió a matarse o morir por ella.
Tengo la suerte de contar con su amistad, el honor y privilegio de recibir de sus manos una camiseta, la última de la Selección Nacional que amó tanto que sin importarle los dolores en las rodillas, las agujas para aliviarlos, los avatares y las incongruencias, vistió a matarse o morir por ella.
Este es mi pequeño tributo a un futbolista desconocido por los grandes medios. Uno que estuvo en los intereses del Ajax holandés y que en su momento y cito al actual comisionado provincial de fútbol Luis Veitía: "...estaba al nivel de los mejores centrocampistas del mundo".
A las nuevas generaciones les pido ser como el "Colo", fuertes, decididos, líderes, jugadores de máxima entrega, de corazón, de co.... raje.
A mi buen amigo Jaine Colomé Valencia, el que está enamorado de su mamá con todo, al punto de usar su segundo apellido en la camiseta, la misma que tengo, la misma que visto en ocasiones especiales, al jugador que se extraña en las canchas cubanas, a ese, el olvidado de muchos, feliz cumpleaños; tarde quizás, pero seguro, de todos los que admiramos tu sacrificio, tu juego, en fin y aunque suene grandilocuente, tu obra.
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