Industriales en Miami, se armó el show.
El reencuentro |
Por: Mario Herrera
La noticia comenzó
hace algunos meses y al final se logró. Once veteranos del equipo de beisbol
Industriales fueron a Estados Unidos a jugar contra ex compañeros que en otro momento
decidieron vivir allá. El empresario
Alejandro Cantón dirige Somos Cuba y se encargó de todas las cuestiones
organizativas. Desde La Habana recibió la ayuda del Narrador y Comentarista
Deportivo Yasel Porto y del humorista Otto Ortiz.
Por supuesto
se armó la gorda. De este lado no se hizo mucho caso al asunto excepto por los
más entusiastas. Las autoridades, como si no fuera con ellos. Pero en la otra
orilla…
Tengo en casa
varios videos de lo que fue. Realmente hay quienes nos odian a muerte y se
hacen llamar cubanos. A alguno que a otro, quizás lo entienda. Era muy niño
cuando “el Mariel” pero recuerdo los actos de repudio. Un episodio
vergonzoso, y como quiera, es la última imagen que se llevaron del país que los
vio nacer y sumemos la manipulación para aumentar ese sentimiento. Otros siguen
con su histérico ataque de histeria por lo que perdieron en manos del “Castro-comunismo”.
Se inventan crímenes, asesinatos, persecuciones, espionaje.
Jugadores fueron
invitados a diversos programas. Algunos con más ética. Cierta periodista quiso
vender la imagen de la abundancia a Enrique Díaz. “¡Me dicen que tienes ocho
records! ¡Eso aquí se traduce en abundancia!” “Tengo abundancia, soy feliz con
la decisión que tomé de quedarme en Cuba”. “¡El gobierno de allá no los deja
jugar aquí en las Grandes Ligas!” “No, es el de Estados Unidos, las leyes del
embargo, las que no permiten que los cubanos que vivamos en Cuba juguemos aquí”
(dijo Yasel Porto) “Sí dejan” “No, no dejan”. Entonces entra Cantón: “No pueden,
el embargo no permite…” Interrumpe la periodista.
Eso sí, casi todos
con una misma pregunta que haría también si hubiese estado ahí: “¿Por qué no en
La Habana?”
Pero abro otros
videos y veo los de Villagranadillo. ¡Qué show! “¡Ya está aquí Vigilia Mambisa,
salió la primera guagua y ya va a salir la segunda para protestar contra la
presencia de los mercenarios, espías, asesinos, perros de la dictadura……..!”
Llegaron al
estadio en Tampa y se unieron los de las dos guaguas que en total llegaban a la
cifra de…veinte personas. Se pararon frente a los que hacía la colita para
entrar y empezaron a gritarles de todo.
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La brigada anti industrialista |
Mi suegro estuvo por
allá en 2010. Cerca de un mes, a visitar a su hijo. Se reencontró con muchas
personas de su generación. Tenía setentaicinco años. Lo nombraron, solo de
verlo, Coronel de un ejército de liberación de…ocho integrantes. Había otro de dieciséis.
A todos los convocaban como una vez al
año, si acaso, para mítines y les pagaban veinte dólares por la gracia.
Pero vi más. Un panel despotricaba contra el país.
Algunos decían que el hecho de que lo celebraran allá era una victoria; una
señora lo llamaba desvergonzado y gritaba “hasta cuándo tenemos que ceder los
verdaderos cubanos, que hemos sufrido tanto en Estados Unidos, por qué siempre
cedemos nosotros y no los asesinos, el tirano Raúl Castro…”
En fin, protestas,
la famosa aplanadora amarilla, los cuatro gatos, la periodista, los
funcionarios, los abogados, los políticos, las brigadas y ejércitos de
liberación no pudieron con todo aquello. Se jugó. Se reencontraron viejos
amigos. Otros no fueron. Me rompió el corazón ver ausencias notables, pero esos
tienen negocios en Miami y no pueden, y uno de los héroes más queridos del
equipo capitalino preguntó cuánto le pagarían por ir.
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La pundodorosa y... pundodorosa aplanadora amarilla |
Se llenaron los
estadios para verlos. El show anticubano fuera del terreno (por veinte minutos
autorizados por la policía), uno que salió con un cartel al banco de los de
esta orilla, principalmente a provocar a Padilla y Javier Méndez. Luego fue
arrestado.
Si. Ojalá hubiese
estado ahí para verlo. Solo me queda conformarme con las imágenes. El cubano de
a pie lo disfrutó. Se logró el objetivo. La Habana debe devolver la fiesta.
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