Que no nos ciegue

Por: Mario Herrera

 

 La victoria del pasado sábado, un gol por cero, ante República Dominicana, en el clasificatorio a la Liga de Naciones de CONCACAF, y que de paso, nos otorgó cupo a la Copa Oro 2019, fue importante más allá de lo puramente deportivo.

 Fue importante el apoyo recibido por la Selección en un partido internacional que prometía desde hacía rato. Fue importante para los jugadores, para probarse una vez más, a ellos mismos ya muchos jefes, que sí pueden hacer cosas grandes. Fue importante para valorar, en la justa medida, el progreso de la región en materia futbolística, y hasta dónde nos quedamos varados.

 Fue importante para el grupo dirigido por Raúl Mederos y para el Profe mismo. Pero, también debe ser importante para nosotros, y no hablo como reportero, sino como aficionado al futbol y sobre todo, defensor del nuestro.

 La semana pasada fue molesta, causada por la decisión de no convocar a jugadores residentes en el extranjero; y, si disgustó ese hecho a los seguidores del futbol cubano, más aun, fue que nadie diera la cara para explicarnos, a la prensa, a los aficionados, un por qué de tal postura.

 Si tienen preocupación; si destapar esa opción conlleva a que otros deportes, como el voleibol y el beisbol, comiencen a cuestionar el “unos sí y otros no”, es un problema que no es nuestro. Hay que actualizarse. Esa es una obligación del INDER y sus comisiones nacionales. Y estoy consciente de las limitaciones provocadas por el bloqueo, pero también de las que provienen de nuestras oficinas.

 El llamado a lo mejor que tiene disponible una selección no es un lujo. Es una enorme necesidad y lo viviremos en los Panamericanos de Lima en 2019. Sin voleibol femenino, baloncesto en ningún sexo, softbol femenino, futbol y otros deportes colectivos que no alcanzaron el cupo, las miradas estarán centradas en el beisbol, voly masculino, hockey y el balonmano. EN este último caso, tras la excelente noticia del regreso de uno de sus integrantes. El resto, es  consecuencia de la no aplicación de una política pedida a gritos por el movimiento deportivo cubano, pero que no quieren aplicar determinados directivos, por cuestiones políticas, algunas, con cierta razón, y otras, como consecuencia de las primeras.

 Este fue un encuentro que demostró que hay futbol en Cuba, demostró que podemos lograr que la gente acuda al llamado de la selección, y el partido, que mereció estar en vivo por las pantallas de la televisión nacional, y no de forma diferida. Fue un reclamo unánime, que lamentablemente me tocó soportar una y otra vez, como si pudiera hacer algo, más allá de decirlo a quien debo.

 Ojalá y exista un punto de giro en la historia del deporte cubano. Ojalá y acaben, de una vez, los decisores, de enterarse que en CUBA se juega al futbol, a la vez que la pelota. Pero que no solo existen estos dos deportes, sino que con ellos vive el baloncesto, balonmano, el voly, la natación y un montón de disciplinas con tradición en nuestro país, que piden, a gritos, un espacio, desde el INDER, con un calendario decente, con una infraestructura decente, hasta llegar a la pantalla del cubano, por encima del deporte internacional.

 Hay que ver el buen deporte internacional, pero debemos mejorar el nuestro por el bien de NUESTRO PUEBLO. Los ídolos de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y algunos adultos, repito una vez más, son jugadores que nada tienen que ver con nosotros.

  Debemos defender lo nacional, pero, si las personas que tienen la responsabilidad, no son capaces de revertir este detalle antes expuesto, les recomiendo se retiren. De no hacerlo, carguen las culpas de las nefastas consecuencias para nuestro pueblo, de sus acciones.

 Cuba es un país de una tremenda cultura deportiva, pero, en los últimos tiempos, ha dejado de lado la cultura de lo cubano, para asumir la cultura de “otros”.

 Ayudar al futbol cubano, es ayudarnos a nosotros mismos, los cubanos, a ser cada día más cubanos.

 Toda salida de un equipo nacional es una derrota para Cuba, para el movimiento deportivo cubano y para el INDER, y ya no se les puede culpar.

 Espero que alguien saque conclusiones acertadas y en lo adelante, veamos un cambio que incluya la convocatoria a los que residen en el extranjero, pero también, una mejora en todo lo interno.