Por: Mario Herrera
Esta misma tarde
comienza la Copa Oro en su edición 2015. Cuba volverá a asistir a un evento que
ya hemos asumido erróneamente como “nuestro mundial” pues lógicamente sabemos
las enormes dificultades de nuestro fútbol para llegar a mejores planos en el
deporte más practicado del mundo, o uno de ellos, para no ser absoluto.
Y digo lo de “erróneamente”
porque al hacerlo así, nos limitamos a pensar que es el tope de nuestras
posibilidades. Les digo algo, mis jugadores, los cubanos, cuando usted los ve, los
conoce, son capaces de mostrar mucho más de lo que hacen en la cancha; son mejores
de lo que se ve, solo que la mentalidad disfrazada de la “realidad” le ha hecho
pensar que no pueden más.
En parte es culpa
nuestra. Todos estamos metidos en este embrollo. Cuando escribimos sobre ellos
lo hacemos como si vendiéramos la idea de que no logran hacer más. Craso error.
Sí se puede.
Los que desconocen
el fútbol en Cuba hablan de algún que otro equipo que hayan visto y les haya
impresionado. Los que conocemos desde dentro a nuestros jugadores sabemos cómo
hacen, cómo juegan a pesar de todas las incomodidades y al menos este servidor
siente que ellos mismos no se tienen la confianza necesaria para hacer fuera y
con mejores condiciones, las cosas que hacen aquí, en los potreros cubanos.
Es cierto que se
enfrentan siempre a jugadores hechos, gente de fútbol que adora la pelota como
a su vida y que juegan en ligas profesionales con al menos, un mínimo de
condiciones. Gente cuyo empleo es ese: jugar al fútbol.
Nosotros tenemos
una realidad diferente. No hay clubes, no hay salarios, no hay condiciones, más
bien faltan. Aun así estaremos en la Copa sin complejos, agresivos y esta
generación, este grupo de veteranos y jóvenes ambiciosos puede hacerlo mucho
mejor que los equipos que ya vimos antes.
Hay velocidad,
regate, combinación, un buenos arqueros, hay estaturas para temer, hay
jugadores delgados que chocan como si fueran gigantes. Quizás nos falte el gol,
el amigo de la victoria, pero este es un grupo que tiene opciones diversas para
lograrlo.
Malas decisiones
hicieron que el grupo viajara fraccionado, pero una vez unido debe ser temible.
Perdonen los escépticos la grandilocuencia.
Jugaremos ante
México el primer día, será el jueves a las 9:30 de la noche. No puede ser más difícil. Entonces cubanos, todos con
nuestra selección, digo todos, podremos ganar.
Sí, se le puede vencer
a México y dar la sorpresa. Pero ustedes muchachos, los que tienen la
posibilidad de estar ahí con el uniforme que quisiera ponerme, créanlo. Si no
lo creen, no serán capaces. Si les anotan un gol, vayan ustedes a por el empate
con todo, metan los c….. como sabemos
hacerlo cuando nos molestan y lo lograrán.
Desde casa les
deseo suerte. Estaremos pendientes los cubanos de verdad, los que no pensamos
en diferencias entre equipos de nuestro país, ni en la estúpida disputa entre
el beisbol y el fútbol. Todos somos cubanos.
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