Por: Mario Herrera
El venidero 19 de
enero arrancará la edición 104 del Campeonato Nacional de Futbol de Cuba, o,
como insistió algún funcionario que ya no está, “Liga Cubana de Futbol, para
acercarnos más a lo que se mueve internacionalmente”.
Como sea, la
temporada viene con cambios positivos. Regresa a ser una liga de 16 equipos,
aunque no se enfrenten todos. Dividida en dos zonas geográficas, habrá duelos
de ida y vuelta entre los 8 integrantes de cada llave, para jugar, al final,
una liguilla de play off.
Regresan La Habana
y Villa Clara, que ya no tendrán que verse las caras en segunda división.
Regresa Holguín.
La Isla, por
cuestiones de descuido, no verá acción en el maltratado Rodeo y tendrá sede en
la Isla Grande del archipiélago. Esto podría ser negativo para ellos, pues los
obligará a estar mucho tiempo fuera de casa, de las familias.
La primera fecha
verá acciones en Pinar, cuando reciba a Artemisa (debe ser un buen juego); La
Polar, La Habana recibirá a La Isla; Mayabeque a Matanzas y Cienfuegos a Villa
Clara. Esto por occidente.
EN Oriente, los
dobles campeones nacionales, Santiago de Cuba, serán anfitriones de Guantánamo,
hasta ahora, en el Recortán. Holguín recibe a Granma; en Minas, Camagüey será
anfitrión de Las Tunas y Sancti Spiritus recibirá a Ciego de Ávila.
Se jugará los
sábados y miércoles, lo que cambiará la metodología de trabajo en la
preparación de los equipos, y es, además, un pedido de muchos años. AL no tener
que hacer viajes largos, facilitará en parte, la recuperación de los atletas de
cara al venidero compromiso del equipo.
Lamentablemente,
pasará nuevamente desapercibida por la televisión nacional, y no por falta de
voluntad de ésta. La Habana jugará en La Polar. Por algún motivo que nadie explica,
FIFA recogió los 900 mil usd que tenía destinados para el proyecto de la
construcción de su infraestructura, pues no se ejecutaron. Así pues, la cancha
es perfecta, pero no hay gradas, ni condiciones que la hagan transmisible.
Santiago de Cuba
aun no culmina la instalación del sintético en la Antonio Maceo, por lo que no
podrá ser televisada, a menos que terminen las obras antes del fin del
campeonato.
Zulueta es
demasiado lejana de la capital provincial y es complejo sacar la señal para el
telecentro y de ahí distribuirla. Eso lo hace difícil, aunque pudiera existir
solución, al menos, para el clásico frente a La Habana, pero habrá que esperar.
En teoría, debe
nacer una página institucional que ayude a la pronta información de resultados
y otras estadísticas.
EN fin, los
jugadores, esos que luchan incansables por lo que aman, tendrán una nueva
oportunidad de hacerlo ante su afición, y esta vez, será en toda Cuba, sin
torneos relámpagos como los de ascenso. Esperemos todos que el resto de esas malas
pequeñas cosas que vemos, los que, desde dentro vivimos el futbol cubano,
desaparezcan.
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