Por: Mario Herrera
Nos ha llegado la información de que al
jugador capitalino Roberto “el Maestrico” Peraza, se le sancionará a dos años
sin estar en la selección nacional cubana.
La suspensión tiene como motivo, la salida del
jugador a República Dominicana sin el consentimiento de los directivos de AFC. Es
entendible, pues se trata de un contrato que firmó el habanero, pero que no
involucra a la parte cubana, que, nos guste o no, está metida en el proceso, y
es quien aprueba los contratos de los jugadores en el exterior.
Pero, ¿por qué una de las personas más
disciplinadas, humildes y trabajadoras del futbol cubano, se va sin decir esta
boca es mía?
Simple, si bien es cierto que el contrato debe
ser firmado con AFC, también lo es que el proceso es muy lento e inoperante. En
2017, tanto Peraza como Alberto “Beto” Gómez, tuvieron la oportunidad de jugar en
Atlético Vega Real, en la propia liga quisquellana. Pero sucedió que después de
las pruebas, y pasadas estas, con la intención en la mano del club, ambos jugadores
estuvieron más de 10 días en Cuba, a la espera de una firma que demoró lo que
quizo.
Arichel hernández tuvo experiencia cercana,
cuando, en Panamá, casi dejó de contar para su club, por la misma demora.
Quienes sí dejaron de hacerlo para Independiente La Chorrera panameño, fueron
el defensor guantanamero David Urgellés, y el extremo villaclareño Robertney Caballero.
O sea, hay un procedimiento que es largo, que
dependía (no se ahora con el nuevo puesto que ocupa) de la firma de un funcionario del más alto nivel en el país,
y esa demora, lógica por la responsabilidad que conllevaba, hizo que los clubes
perdieran interés en los jugadores cubanos. NI hablar de otras cuestiones, de
otros intereses de clubes en Europa, según los jugadores, pero que siempre AFC
negó.
Un jugador disciplinado, respetuoso a extremo,
humilde, no comete una indisciplina así porque sí, pero si no lo hubiese hecho,
su futuro estaría en riesgo.
Otros jugadores salieron sin permiso. El
propio Beto, Jorge Luis Clavelo, Eugenio Palmero, pero ya el Capi Clavelo no
tiene aspiraciones, por razones de su edad, con la selección; Palmero no
contaba mucho, Beto, quizás se piense ahora en que es demasiado veterano a sus
30 años. Pero Roberto Peraza es otra historia. Son apenas 23 años, mucho
talento, quizás el jugador más diferente de Cuba en este momento, el más
inteligente, sin demeritar al resto.
Lamentablemente la Asociación de Futbol de Cuba,
que no se puede dar el lujo de dividir, vuelve a tomar una decisión, que
repito, hasta cierto punto entiendo porque el jugador pasó sobre ella, pero
creo debe comprender que lo hizo sin otra opción. Las personas mayores olvidan
las prisas de los jóvenes, sobre todo cuando su futuro profesional es corto, y
piensan en los tiempos, como ellos mismos ven la vida, calmada y lenta.
Esperemos rectifiquen, por el bien del futbol
cubano, aunque lo veo difícil.
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