Por:
Mario Herrera
Hacer uso de la memoria no es mi fuerte, así
que resumiré lo sucedido en el traslado del equipo Habana de fútbol a Las
Tunas, mi movimiento con ellos y lo que pasó en la fecha más reciente de
nacional de fútbol.
Tenía que estar en la Universidad de las
Ciencias de la Cultura Física
y el Deporte antes de las ocho y media de la mañana. La última vez que salí con
el equipo a provincia pasé mucho trabajo para llegar desde mi casa así que la
opción era levantarse un poco más temprano. A las cinco y cuarto ya estaba de
pie y en menos de diez minutos salía para el punto de encuentro con la
esperanza de pasar al menos una hora y tanto en el traslado.
Pero empezamos bien. Al salir vino la ruta 55.
En veinte minutos ya estaba en la otra parada. Sorpresa que me llevé pues al
llegar doblaba la 174 (que no bajó a su primera parada oficial) y se parqueaba
justo delante de mí. Como a la vez había un P-2, fue inevitable el corretaje
entre ambas guaguas.
Resumen, antes de las seis ya estaba en el
lugar. “¿Ahora qué?”. Fue mi pregunta lógica. Me senté en un banco de
ejercicios biosaludables y ejercité el cuerpo un poco.
Los muchachos empezaron a llegar. Las nueve de
la mañana, y nada. A las diez unos alumnos de la universidad se pusieron a
tocar balón. El aburrimiento me llevó a dar unos toques; el hambre a la
cafetería no sé cuántas veces, ni cuántos refrescos, galletas, panes con queso.
Bajo un puente a la espera de continuar el viaje |
Las once, aún nada. El Comisionado provincial
de Fútbol hizo unas llamadas. “Ya casi esta ahí la guagua, tuvo un problemita”.
Once y media, ni sombra.
De las mangas largas y corbata al overall |
Cerca del mediodía la vemos entrar en el
parqueo. Todos felices nos subimos, ocupamos nuestras localidades (los asientitos
que te tocan y son fijos). Arrancamos. No pasaron cincuenta minutos y se
detiene en la autopista. Rota. Nos bajamos, orinamos, nos reímos, nos
lamentamos. Se bajó el almuerzo, se comió. Una hora y tanto más tarde
regresamos al camino.
Llegamos sobre las once y media de la noche.
Raynol Paz Carmenate y su esposa embarazada de cinco meses (y no es por ser
chismoso pero es hembra.- Ay Raynol, vas a pagar todos tus crímenes-) fueron
excelentes anfitriones.
Al día siguiente era el partido. Fuimos al
Hotelito de los Deportistas, almorzamos. Esperamos el transporte para el
traslado de los atletas de Las Tunas hasta Manatí. Conocimos a un señor
italiano amigo de alguien que contó ser en algún momento entrenador de equipos
de la Serie B en
Italia. Entretenidos como andábamos llegó el famoso transporte. Un camión
viejo, con asientos duros como demonios. Nos montamos. El italiano reconocía a
Sandy Sánchez. El arquero de la selección Sub 21 en Veracruz estaba sentado en
una tanqueta blanca con una tapa y un cojín. Miraba por un hoyo que tenía la
pared delantera de la cabina trasera del vehículo para poder ver el camino
desde arriba. “Debo traer a mi hijo para que vea esto”, decía, “Es increíble
que un atleta de selección nacional juegue así”. “Deja que veas la cancha”,
decíamos muchos. El camión se rompió en el camino, se arregló y llegó.
Mucho viento, pésima la cancha, un partido
nada vistoso, una avería en el fluido eléctrico, nosotros sin transmitir hasta
la segunda mitad. Resumen, lo mejor es que La Habana ganó el encuentro con un buen gol de
Yosvani Vinnent al minuto 14´.
Regresamos en el camión. Llegamos a l ciudad.
Me enseñaron unas imágenes envidiables del mismo duelo hace un año. Entonces
también me mostraron el video de algo que critiqué en su momento cuando se dio
aquél escándalo en un partido entre Ciego de Ávila y Las Tunas. Los tuneros
protestaron un penal y no dejaron que se cobrara. Los árbitros después del
tiempo reglamentario les dieron la victoria a los visitantes. Hasta ahí ya
sabíamos. Lo de después cayó en mis manos y por un problema de decencia y
respeto a Cuba no hablo de ello.
Hay quienes vieron estas imágenes y me dicen
que las suba a Facebook, pero qué va. Demasiado vergonzoso. La tentación es
grande, es una rubia inteligente, perfecta, bella, agradable, sensual, siempre
dispuesta a abrir su perfección que me lo dice al oído con esa voz dulce que
levanta de la tumba a un muerto, pero ni muerto.
Para no hacer demasiado largo el cuento, al
día siguiente, la guagua que debía salir a las cuatro de la mañana salió a las
seis menos cuarto; doce horas, no se cuántas paradas por gusto y un accidente
en la autopista después estábamos en la capital. (Un camión de carga se volcó
debido a que otro vehículo delante de él desprendió una llanta en movimiento y
se le coló debajo al camión que intentó esquivarla y terminó de costado en la
autopista con un tremendo reguero de combustible).
Partido La Habana Vs Guantánamo |
Hubo de nuevo fecha del nacional de fútbol.
Los habaneros recibieron a Guantánamo. Fallaron seis veces de cara al arco en
jugadas que eran gol cantado. José Ciprián no está fino como en años
anteriores. Empate a cero. Los de la Selección
Sub 21 no estuvieron convocados por decisiones técnicas. Como
todas las cosas, tiene varios puntos de vista para analizar, pero hicieron
falta.
Villa Clara y Cienfuegos también terminaron
con ese resultado. Las Tunas ganó tres a uno a Sancti Spiritus, uno a cero Isla
de la Juventud
a Santiago de Cuba y Camaguey dos a uno a Ciego de Ávila.
La tabla muestra a los villaclareños líderes
con 14 puntos, Camaguey 13; con 9 aparecen tres equipos: Guantánamo, Cienfuegos
y La Habana. Los
tuneros ahora son sextos, avileños séptimos, Santiago octavo, noveno Isla de la Juventud que ganó su
primer partido de la campaña y cierra Sancti Spiritus con 3 puntos.
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