Por: Mario Herrera
El Clásico del
Fútbol cubano se jugó el sábado, al menos la ida (o venida) en La Habana. Los
villaclareños venían con la fuerza del liderazgo en la tabla de posiciones, un
paso casi perfecto, cuatro ganados y un empate a dos frente al Campeón Nacional
como visitantes.
La Habana tenía
una situación distinta. Puntos que quedaron en el camino, victorias casi
seguras que se transformaron en empates y un quinto puesto que no era
agradable. Tiene siempre la obligación de ganar el equipo capitalino, por el
nivel de sus atletas, por su aporte siempre importante de jugadores a la selección
nacional y este año, por tener la nómina más fuerte del torneo.
Claro que tener la
nómina no significa que puedas contar con ella a plenitud. Lesiones de Marcel “el
Mágico” Hernández, Daniel Luis Sáez y Roberto Peraza pesan un poco en la
creación de juego.
El técnico estaba
con la selección nacional U-17, en fin, una serie de factores ponían a la “Mecánica
Naranja” (no la Naranja Mecánica) como favoritos.
El cambio de
horario. Ese es un tema aparte. Con el horario de verano en marcha supusimos
que el partido se atrasaría para las cuatro o cuatro y media de la tarde para
evitar el sol extremo del invierno-verano a treinta grados de Cuba, pero nada
de eso. Se jugó a las tres y treinta.
Empezó fuerte La
Habana, para que respetaran su casa. Un juego lindo, entretenido, sin faltas,
limpio, buen arbitraje, digno de un clásico. Si sacábamos cuentas de cuántos
jugadores que están o estuvieron en selecciones nacionales eran un total de
ocho por Villa Clara y doce por los habaneros.
Una linda
combinación entre Darío Suárez y Eddy Sanamé, que le dio pase a Dayron “El
Pitufo” Pérez puso el primer tanto en el marcador al minuto 57´. Justo cuando Villa
Clara jugaba mejor. Un balde de agua
fría. Pero los naranjas no se dejaron golpear así como así y arreciaron el
ataque. Los locales comenzaron a presionar las salidas y a contragolpear. En una de esas
Rubén Mendoza trata de centrar raso, la defensa trata de sacar la pelota como
puede y le cae el balón a Yolexis “El Principito” Collado que disparó al palo derecho
del portero y anotó el segundo. Minuto 73´. Fin de la historia aunque debo
reconocer que no dejaron de intentarlo.
En el resto de los
partidos Camagüey derrotó a Cienfuegos uno a cero con tanto a la cuenta de
Liván Pérez al segundo minuto de juego (por segunda vez en el torneo). Santiago
de Cuba y Las Tunas empataron a uno. Jonny González marcó un autogol para los
tuneros y Alberto Salmerón empató al 90+2.
La Isla sorprendió
al actual campeón dos goles por uno. El refuerzo matancero Brian Rosales al
minuto inicial. Por Ciego de Ávila marcó Sander “Keko” Fernández al 86´pero
Yoandir Puga devolvió a los avileños a la realidad con su gol al 89´.
Duviel Morales en
el 69´ le dio el triunfo a Sancti Spiritus sobre Guantánamo que sin “Beto”
Gómez no encuentra el camino.
Ahora la tabla de
posiciones muestra a un nuevo líder. Camagüey tiene 16 unidades (5 ganados, 1
derrota, 1 empate, 12 goles anotados, 8 recibidos). Le sigue Villa Clara con 14
(4,1,2,10,4). La Habana sube al tercero con 12 (3,1,3,6,3). Guantánamo es
cuarto y tiene 9 (2,2,3,7,6).
Quinta casilla
para Cienfuegos también con 9 (2,2,3,5,4) pero perdió el enfrentamiento contra
Guantánamo en la primera ronda). Sigue
Las Tunas con 8 (2,3,2,7,7), igual en puntos anda ahora el séptimo Isla de la
Juventud (2,3,2,5,11).
Los puestos que
cierran los ocupan Santiago de Cuba en el octavo con 6 (1,3,3,6,8), noveno con
6 puntos está Sancti Spiritus
(1,3,3,6,12) y cierra el actual monarca cubano en una campaña para el olvido
hasta el momento. Apenas 5 puntos tiene Ciego de Ávila (1,4,2,8,9)
El miércoles habrá
fecha. Villa Clara recibe a Camagüey.
Ese es el duelo más interesante. La Habana recibe a Sancti Spiritus, La Isla a
Cienfuegos, Guantánamo a su vecino
Santiago de Cuba y en Manatí, Las Tunas recibe a Ciego de Ávila.
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