jueves, 20 de junio de 2019

La necesidad de un cambio


Por: Mario Herrera
 
 La selección de futbol de Cuba que participa en la Copa Oro 2019, ya está eliminada. Acabó con 10 goles permitidos en solo dos encuentros.
  Este domingo enfrentarán a Canadá en su despedida oficial.
  La verdad, no puedo culpar a los muchachos de lo sucedido, amén incluso, de errores puntuales que forman parte del juego.

 Ellos, hicieron lo mejor posible, sabían que nosotros, desde nuestras casas, estábamos atentos a lo que sucediera con ellos. No querían hacernos quedar mal a los pocos, a los poquísimos, que de veras seguimos el fútbol de nuestro país, aun con todas sus carencias, de terrenos, condiciones, gradas, afición real. Solo unos pocos felices soñamos con el balón en los pies, y los pies en la tierra.
  EL problema es más profundo.Viene con conceptos errados en la administración del torneo local, y errores que se arrastran en el manejo de la selección.
 El resultado final, es un grupo feliz de detractores del fútbol cubano que se han dado banquete en críticas a que se apoye o transmita el nuestro en eventos internacionales, que se gaste un centavo en llevarles a los cubanos, nuestro, sí, nuestro fútbol. Bueno, malo, carente, creciente, con problemas, pero es nuestro fútbol. Demasiados inconformes que no entienden cosas elementales.
 Muchos seguidores de otras selecciones, de otros países, que prefieren sufrir por ellos y burlarse de los nuestros.
 Es el resultado de todo un proceso en el que se han cometido errores en todas las líneas. Algunos creyeron que verían a un equipo súper dotado de virtudes, pero, con todas las carencias que existen, no logran darse cuenta que es imposible.
 Hay selecciones que lo tienen todo, con todas las condiciones, y no juegan bien, ¿cómo exigirle a una que no las tiene que juegue como los mejores?.
  Hoy, cada crítica a los muchachos me duele, y es mi trabajo analizar sus movimientos en el juego, los correctos y los que no lo son, de la manera más objetiva posible, pero lo dije en la trasmisión el pasado miércoles: No es culpa de los muchachos. Hay que revisar todo el proceso, desde la base, desde el año 2015, y diría que antes, hasta la actualidad, pero no debe ser revisado por los mismos de siempre, porque están viciados de los mismos errores que nos han traído hasta aquí.
Recuerdo ahora, a Santiago Feliú cuando dijo: No eres tú, son los demás…

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