Era muy bueno para ser verdad

Por: Mario Herrera 

 Era muy bueno para ser verdad.

 La administración de Barack Obama dejó una directriz en la que señalaba que la Federación Cubana de Beisbol era una entidad independiente del Estado Cubano y, a partir de ese punto, comenzó un trabajo serio por parte de la Major League Baseball para buscar frenar el tráfico de personas y otros delitos asociados, por parte de contrabandistas que buscaban, en Cuba, a los mejores prospectos o jugadores interesantes, para, con la promesa de llegar a las Grandes Ligas, sacarlos de manera ilegal e insegura, a terceros países, a cambio del 40 o 50 % de lo que lograran pactar.

  La historia es mucho más fuerte y dura, y hay testimonios de películas de terror o suspense, pero ciertos .

  Se logró entonces el histórico acuerdo de diciembre de 2018 entre la Federación Cubana y la MLB.

 Les comentaba en alguna ocasión,  la posible influencia que tuvo el juicio a Bartolo Hernández en dicho acuerdo.

 Dice un titular de El nuevo Herald, 9 de febrero de 2017, 3:41 pm, Juicio a agente deportivo revela sospechassobre documentos de peloteros cubanos.

   Tras relatar cuestiones relacionadas con el juicio a Hernández y Julio Estrada, que les recomiendo buscar y leer detenidamente, cierra de manera interesante: “La juez Kathleen Williams, quien preside el juicio, dijo cuándo el jurado salió de la sala que parecía que nadie en Grandes Ligas o en las agencias gubernamentales examinó los documentos con detenimiento…"Parece que todos sabían de esto. Parece que no evitó que esta gente pudiese jugar", dijo la jueza. "Me parece que el mensaje era, 'sean o no sean correctos, no es asunto mío'''…  

  Ya era abierto el tema, había evidencias, mala imagen, pero, además, la MLB también se proyectaba, como organismo, contra la trata de peloteros, solo que tenían las manos amarradas por el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, y Obama, con esa dispensa, los liberaba.

  Como mismo dijimos y mostramos desde el inicio, El autodenominado Cubano Marcos Rubio, senador Republicano de la Florida, en Estados Unidos, desde un inicio se ensañó con el acuerdo y mostró su intención de impedirlo.

  De hecho, impide todo lo que venga y beneficie a Cuba, porque ese es su negocio. Donald Trump, como sujeto de negocios al fin y al cabo, con tal de comprar los votos de la Florida, hace caso a todas los planes del mismo señorito que en 2016, lo acusó en la campaña presidencial de tener algo tan pequeño como sus manos, pero es política Made in USA… 

 Y lo logró. En su cuenta en Twitter, el autodenominado cubano publicó que se desinforma a la gente, y que la acción de Trump es legal, porque: sería una ficción encontrar que el beisbol cubano no es una entidad gubernamental.

  Pero hablemos claro, ya desde el 6 de abril de 1960, podemos ver la génesis de este asunto, cuando, Lester Mallory, subsecretario de estado de Estados Unidos, dijo: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro, no existe una oposición política efectiva, el único medio posible para hacerle perder el apoyo interno, al gobierno, es provocar el desengaño y desaliento mediante la insatisfacción económica y penuria, Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica, negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

 De este señor, el autodenominado cubano, y sus compinches, ¿en serio creen ustedes que les interesan los traficantes de personas, los peloteros cubanos, los cubanos de Cuba?.

  Se troncharon sueños, no solo de jugadores cubanos por llegar de manera legal a la MLB, sino también de la federación que veía la posibilidad de no perder atletas formados en Cuba, de que su serie nacional no se viera afectada por la salida ilegal de sus atletas, por perder también los recursos financieros para reinvertir en la formación de los más jóvenes peloteros, de la MLB que también pierde y verá cómo se inflan nuevamente los precios de los peloteros cubanos que volverán a llegar por vías ilegales.

 Perdemos todos, o mejor dicho, la mayoría.

 Tenga buen provecho señor presidente y senador. Siéntense juntos en la mesa y hablen, además, de las manos pequeñas... y otras cosas más pequeñas aun…

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