Por: Mario Herrera
Decía ayer a través de las redes
sociales que la noche podría ser histórica para la selección cubana de futbol
para menores de 17 años. Y lo fue.
Cuba llegaba como único país del
Caribe a esta fase y enfrentaba a una Honduras al que se le ganó en la gira de
preparación por Centroamérica. ¡Pero qué diferente todo ayer!
Presión inicial sobre la salida
rival, era el concepto, pero duró menos que un merengue en la puerta de un
colegio. Honduras nos encajó siete. Sin ser superiores, fueron sobradamente
mejores.
La incapacidad de siempre para
defender con seriedad, la inocencia de las defensas, de los medios. Nunca se
repusieron al golpe, y por tanto, éste vino una, y otra, y otra vez.
Opciones hay, digo, al menos
matemáticas. Honduras podría ganar o empatarle a Estados Unidos y Cuba ganarle
a los norteños. Ya tras leer estas líneas, algún amigo comenzaría a pensar en
la banda sonora de Misión Imposible.
Es un hecho, estamos fuera. El
futbol cubano necesita mucho más que EIDE´s o ESPA´s. El futbol cubano necesita
aprender, renovarse, tener las condiciones y que los muchachos salgan a jugar a
clubes desde edades aceptables, o sea, esta misma categoría puede liberar de
forma adecuada, según la política cubana de contratación y la excepción con
menores de diecisiete años.
O hacemos lo que se debe, o
seguiremos con el sueño eterno, los pocos que soñamos con los pies, en Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario