Por: Mario Herrera
Sacamos un empate a un gol. Contra Japón, la selección nación
al de Cuba para menores de 20 años logró un agónico empate a uno en un
encuentro marcado, para los nuestros, de errores de todo tipo.
Lo mejor fue la
actuación del arquero Danny Echavarría, loable en comparación con el trabajo
del resto de sus compañeros. Pobres en defensa, lentos al lado de los nipones,
fáciles con las fintas, predecibles, erráticos. Así de pobre la imagen que me
deja este equipo dirigido por Raúl González Triana.
Dariel Morejón,
por el carril izquierdo, fue quizás, el punto más bajo del conjunto. Errado en
salida y más aún en defensa. Desde el
minuto 2´ quiso salir y perdió balón, y apenas los japoneses detectaron la debilidad,
lo presionaron el resto del encuentro.
Errores de
marcación, en salida, una media que por mementos no funcionó ni para defender,
ni para atacar. Los hombres de arriba, muy solos. Buen trabajo de Eduard Puga,
Raycharles Herrera (por momentos) y Juan Miguel Andreus Milanés.
El otro lateral,
Jansiel Blanco, también intermitente en su accionar. Lázaro Tuero no recuperó
tantos balones como debía, y era fácil salirse de su marca. Mejor lo hizo
Neiser Sandó. Pero sin duda alguna, Danny Echevarría es el único que tendrá
sobre sí, la vista enamorada de los ojeadores que están en el evento.
A nuestra
selección, luchadora, sí, pero sin ideas, le contamos al menos 17 errores en
salida que costaron llegadas. Sin hablar de malos despejes, o coberturas, u
otras opciones que permitieron a los japoneses irse arriba, como lo hicieron en
el 55, gracias a Hiroki Ito, tras un mal despeje del central Orlando Madrigal.
Excelente el
cambio, la entrada de Roberto Oviedo. EL capitalino anotó con gran definición,
la paridad en el 71, tras un balonazo del capitán cubano. Después, a aguantar.
Mucho habrá que
corregir de cara al encuentro frente a Inglaterra el próximo jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario