Por: Mario Herrera
Estaba en un post
grado de periodismo deportivo hace apenas unos días atrás. Como parte del
programa nos llevaron al Coliseo de la Ciudad Deportiva, sede del Instituto de
Cultura Física, Recreación y Deportes (INDER), a reunirnos con personalidades
del deporte cubano y autoridades.
Muchas glorias del
deporte cubano. Desde Javier Sotomayor, Hermes Quevedo, Estela Rodríguez,
Clemente Reinoso, Yumilka Ruíz. En fin, una constelación.
Y sobresalía ella
por la envergadura de su talla como atleta y como mujer. Regla Radameris Torres
Herrera, o Regla Torres, la “Mejor Voleibolista del Siglo XX” según la
Federación Internacional. Mujer esbelta, alta, hermosa como pocas. Tras la
reunión y las preguntas de mis compañeros de clase, la sesión de fotos con
estas súper estrellas, todos salimos del salón. Desde un principio mi interés
era con ella, si quería unas declaraciones, eran de ella, por el peso mismo de
sus palabras.
He aquí la
conversación:
Por
supuesto que el tema estará relacionado con el voleibol femenino cubano. ¿Qué
estado de salud le ves en este mismo momento?
Bueno, el estado
de salud es un poco difícil en estos momentos. Es bien sabido que hemos tenido
varios equipos, que se han desmantelado. Es bien difícil porque se toma tiempo,
hay que acoplar muchas cosas y eso toma tiempo (…) Es muy difícil y es mi
opinión, quizás alguien se ponga brava por lo que digo, pero creo que al
voleibol femenino cubano no se le pueden pedir resultados ahora mismo. Estamos
en plena formación; hay buenas jugadoras, muy jóvenes, que están comenzando
ahora como Melissa (Vargas) que es una, puede llegar a ser una muy buena
jugadora, todavía le falta un poco, le falta perfeccionar algunos elementos. Se
sabe que saca muy bien, que ataca muy bien pero le faltan muchas cosas todavía
que es necesario que las aprenda y como ella hay varias que tienen muy buenas
condiciones, jugadoras con buena talla pero con las que hay que trabajar
mañana, tarde y noche para que alcancen un nivel para enfrentarse a equipos del
área como Dominicana, Puerto Rico, equipos que ya tienen un nivel alto y
entonces nos falta mucho.
Hay
quienes opinan que la generación de ustedes era una que tenía garra y talento,
algo que no tienen las actuales.
Talento tienen, lo
que les falta es el patrón. Este equipo desgraciadamente, empezó a entrenar sin
un patrón visible. Cuando yo entré con trece años, al equipo nacional, yo veía
a Magalis Carvajal como entrenaba, a Lázara González como entrenaba, todas las
centrales excepcionales cómo entrenaban y me fijaba, independientemente de lo
que me decía el entrenador, tenía a alguien en quién me fijaba. Estas niñas no
tienen eso, por mucho que les expliques, visualmente no tienen como guiarse, el
entrenador les explica cómo hago esto, pero ellas no tienen como visualizarlo.
En aquel tiempo había jugadoras veteranas que te exigían más que los propios
entrenadores y las muchachas tampoco tienen eso así que hay que crearlo todo de
nuevo, todo de cero.
Estas
muchachas han tenido que quemar etapas, no pasan por la academia de base.
También hay
problemas, antes estaban las pre-EIDE, que te preparaban para ingresar a las
EIDE y te daban una base técnica, ya eso no existe, las EIDE están en muy malas
condiciones, no hay implementos deportivos, no hay pelotas que es muy
necesario, tenis para los muchachos. Si yo tengo que tener un hijo mío, en una
EIDE, yo, Regla Torres, y tengo que comprarle las zapatillas, cuarenta,
cincuenta CUC en la tienda, yo, no lo tengo porque no tengo presupuesto para
eso. Es así. La mayoría de los padres dirán: “Mi hija, mi hijo, es muy alto
pero no puedo comprarle un par de zapatos cada dos meses para que entrene”,
entonces, hay problemas con la ned,
con las pelotas, con los zapatos, son muchas cosas.
¿Hay
diferencia entre los profesores de hoy y los de tu generación?
Estuve hace poco en
la EIDE de La Habana y todavía hay profesores de mi generación pero mira, antes
íbamos a topes con otras escuelas y eso también se perdió. Ahora van a dos,
tres competencias y entonces no van doce sino diez muchachos y es un gran
problema. Si la base tiene problemas para formar jóvenes muchachos, entonces
llegan con problemas a la ESPA (a la
ESPA no porque tampoco existen ya), llegan a la preselección con problemas
técnicos y físicos y tienes que empezar de cero cuando no es el momento de
hacerlo sino de perfeccionarlo.
¿Hoy
los atletas piensan de una forma diferente y los mueven razones diferentes a
los de su generación?
Hoy los tiempos
son diferentes pero creo que donde hay un buen entrenador, esas cosas se liman.
Hay que trabajar el doble, hay conversar más. Antes teníamos una forma de pensar,
ahora los jóvenes creen que todo es más fácil, quizás no quieren sacrificarse
tanto, quieren y piensan que todo tiene que ser fácil, y te toca, como
entrenador, como educador, son cosas diferentes, que hacer el doble del
esfuerzo de lo que se hacía antes, porque antes un entrenador te decía “tienes
que hacerlo así” y tú lo acatabas todo, ahora es más difícil pero se puede
lograr. Siempre pongo el mismo ejemplo: Veitía (Ronaldo), podrá tener
resultados diversos pero nunca se sale de los primeros lugares, es la misma
generación, los mismos jóvenes, pero el trabajo de Veitía, como otros muchos,
es fuerte dentro y fuera.
Yumilka Ruíz, Regla Torres y Eugenio George Lafita |
Ahora
que hablamos de entrenadores, educadores, es imposible pasar delante de ti y no
preguntar por Eugenio George.
Eugenio nos enseñó
muchísimas cosas. Yo era de aquí, de La Habana pero pasaba más horas en el
terreno con Eugenio que en mi casa; a mi casa iba a dormir. Entonces él, y no
solo él, también hay que mencionar a Luis Felipe Calderón, Antonio Perdomo;
todos ellos eran uno y nos enseñaron a pensar en todo, a cómo conducirte con
cualquier persona, con niños, con mayores, hasta con embajadores, te digo fuera
del voleibol. Ya dentro de la cancha era una exigencia total y no se salía
hasta que no se cumpliera el objetivo. SI tú entrenas todos los días con una
exigencia máxima entonces obtienes resultados. Él fue un ejemplo, no tuvo hijos
pero nos tuvo a nosotras desde el sesenta y pico hasta los últimos días, era el
más quisquilloso, el más exigente.
Pero
sin dudas su partida física quedó muy por debajo de lo que merecía.
Yo creo que sí.
Eugenio hizo mucho por el deporte. Todos cometemos errores alguna vez en la
vida. El que diga que no, miente. Eso es algo que nos duele todavía, que no
hubiese más reconocimiento, porque fue modesto. Es más, te voy a decir algo:
fuera de Cuba, cuando se hacen torneos, el Premio de Mejor Entrenador se llama
Eugenio George. O sea, hay más reconocimiento fuera de Cuba para un entrenador
de voleibol que en el mismo país. A mí en lo personal me duele bastante porque
me veo en ese espejo y digo: “estoy en el voleibol porque es lo que me gusta,
es mi pasión, es lo que sé hacer, es lo que quiero que las niñas aprendan”,
pero al final me veo reflejada, ¿me va a pasar lo mismo que a Eugenio? No me
importa, yo voy a seguir aquí, pero es lo que siempre pienso. Hay que tener una
mente muy fuerte y saber lo que vales para no tomar una determinación que te
pueda doler. Pero me veo reflejada.
Al final otros detalles, curiosidades y las gracias.
Nosotros, los del curso, seguimos nuestro recorrido y la mujer hermosa, espigada,
campeona, tomó su propio rumbo.
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