Por:
Lisset Isabel Ricardo
NUNCA escribí ni leí una larga entrevista
sobre su vida, casi totalmente consagrada al ciclismo.
Pero no hubo competencia donde Rafael
Rodríguez no colaborara con la prensa y aportara a la noticia, sensibilizado
con una labor que arranca con la primera pedalada y se extiende hasta mucho
después del último.
“Rafa”, como muchos le llamábamos cariñosamente,
nos dijo adiós cuando a pesar de sus problemas de salud desafiaba los
malestares para no faltar a la cita con uno de sus mayores amores.
Le entregó casi 45 años de vida hasta que en
la madrugada de este miércoles un infarto cardiaco rindió al laborioso
metodólogo de la Federación Cubana.
Juez, técnico y participante en diversos
eventos internacionales dentro y fuera de la isla, enalteció su bien ganada
categoría de comisario internacional, función que cumplió en Juegos
Centroamericanos y del Caribe, giros a diferentes países y otras lides de nivel
en el continente.
Abundan razones para el luto que cubre a la
familia del ciclismo cubano por la despedida de quien se desempeñaba como
responsable de reglas y arbitraje de la comisión nacional, siempre dispuesto a
tributar a todo lo que contribuyera al desarrollo de la disciplina.
El “Rafa” fue de los imprescindibles en las
Vueltas a Cuba y los Clásicos desde Camagüey (2014) y Guantánamo (2015), y
respondió con profesionalidad y pasión a las dificultades al tiempo que soñaba
con rencontrarse con los giros a la isla.
Entonces se extrañará su forma particular de
hablar y mostrarse ataviado de su camisa azul con el logo de la UCI y su gorra
encajada hasta las cejas.
Notaremos cuánto significaron su preocupación
constante por que los informadores recibiéramos el boletín de cada etapa para
que nuestra labor llegara a tiempo a su destino, sin importarle que nunca le
dedicamos una larga entrevista, porque se sabía centro de sincero
agradecimiento.
Vaya, pues, a sus familiares, amigos y
compañeros de la Federación Cubana de Ciclismo las más sentidas condolencias de
quienes aún le tenemos como aliado.
PD: Nunca lo conocí personalmente pero sí tenía referencia lejana. Me sumo al sentimiento de pérdida.
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