El Infantil en su esplendor |
Por: Mario Herrera
Desde hace varios
días se conoce o no la demolición del Hospital Pediátrico Pedro Borrás Astorga.
La instalación fue construida en 1933 y según el periódico Trabajadores,
comenzó a prestar servicios en 1934.
Pero comenzó una
infructuosa reparación en la época más infructuosa que ha vivido nuestro país
desde el propio descubrimiento hecho por Colón. Imaginen ese tiempo en la que
usted podía tener cientos y cientos de pesos y no había nada que hacer con
ellos; el estado por el contrario no tenía esas cantidades y nada para ofrecer
en ningún campo.
Una verdadera pena, un tremendo desperdicio |
Era necesario,
pero en años de crisis, crisis de valores y a pensar en uno mismo. El hospital
se decía era el mejor en su campo en nuestro país. Todos venían al “Pediátrico”
a atender a sus hijos, fuese cual fuese la causa, era encontrada y tratada por
doctores de máxima calidad.
Después de tantos y tantos años de servicios se desmorona
la gigantesca casa de salud para
infantes ( después del tiempo y los intentos de reiniciar la reparación-reconstrucción se determinó por los arquitectos e ingenieros que no era posible salvarlo). Por supuesto más allá del homenaje al hospital que le salvó la vida a
mi hermana con siete años a principios de los setenta contagiada de
Escarlatina, algo raro en Cuba, pero estaba ahí un médico tremendo para
detectarla. En ese lugar dio sus primeros pasos con siete años nuevamente
después de un ingreso de más de seis meses. Mi hermana menor fue operada de
Apendicitis. Ahí corrí para que no me inyectaran penicilina.
Por eso, más allá
del homenaje me surgen varias preguntas: ¿a dónde fue a parar el dinero
inicial? ¿Y el resto del dinero que fue entregado una y otra vez para “terminar”
la necesaria reparación? ¿Dónde están los responsables? ¿En qué barrio
residencial viven ahora? ¿A cómo se vendió cada saco de cemento robado? ¿Y los
servicios sanitarios?
Me molesta verlo
sucumbir al poder demoledor de la incompetencia. ¿No hubo un ministro con los “overocos”
bien puestos para evitar tanto relajo? ¿Dónde están los sucesivos Ministros
tantos en Salud como Construcción culpables de este deceso?
¿Y los niños cubanos, los niños que fuimos a ese lugar a curarnos, nuestros hijos, a dónde irán?
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