Por: Mario Herrera
Más allá de
algunas cosas que se mantienen me
llevo la impresión de que ha sido un fin de año completamente diferente. El
ambiente en las calles, la festividad colectiva ha desaparecido casi por
completo.
Si nos ponemos a ver no ha sido ese año
espectacular que imaginamos algunos, con mejoras que harían la vida del cubano
más llevadera, accesible. Sigue lo mismo, los mismos vicios administrativos,
las mismas trabas que los que se benefician de ellas no quieren soltar, las
mismas decisiones tomadas por quienes viven de la insensocracia.
Solo lo acontecido el pasado 17 de diciembre
cambia las cosas. El anuncio tomó por sorpresa a todo el mundo. Los Cinco
regresaron a casa. Alan Gross volvió. Tanto fue el impacto que las FARC EP
colombianas anunciaron un Cese el Fuego Unilateral Indeterminado que solo se
rompería si el ejército colombiano les ataca alguna posición.
Más grande aún, Corea del Norte acaba de
anunciar su intensión de conversar con la del Sur para terminar su conflicto
particular de una vez.
Pero este cambio positivo en cuestiones
políticas ha traído otros. Por primera vez en no sé cuánto tiempo, el 31 de
diciembre, a las doce de la noche, no se transmitió el Himno Nacional por la
televisión nacional, ni hubo un comunicado, nada. Solo la televisación de los
doce cañonazos desde la Fortaleza de La Cabaña. Sí hubo fuegos artificiales en
el Malecón.
La gente de Centro Habana y Habana Vieja
tiraron sus tradicionales cubos de agua a quién osara pasar por las calles,
incluidos los agentes de la policía y que conste, eso no es de ahora.
Pero al sureste había mayor tranquilidad, no
salieron todos los vecinos a felicitarse como era costumbre. Los nuevos y algún
que otro vecino quemaron el muñeco a las doce, pero todos se quedaron en sus
casas sin salir.
Me acordé del 27 de septiembre. La fecha siempre
fue de las más esperadas por la fiesta. Los barrios competían a ver cuál
quedaba mejor, la caldosa y el baile eran los puntos culminantes. Pero no hubo
nada de eso.
Más allá del asombro por el no comunicado hay
otras cosas que noto no son iguales. El 18 de diciembre anunció Estados Unidos
las sanciones contra Venezuela. Cuba dijo que no dejaría sola a sus aliados
bajo ningún concepto, pero no criticó abiertamente la medida de Washington
contra Caracas como era habitual.
Es como si no se quisiera dañar con el pétalo
de una rosa lo que se logró con tanto trabajo y mucho menos, dar la excusa para
ello.
La televisión hizo un resumen anual de la
economía que anuncia la unificación monetaria y un crecimiento económico, pero
a nivel de calle, la gente no lo ve en el bolsillo y eso ha matado la fe en la
recuperación. Máximo si ven como engordan las cucarachas del “Gerente”.
Quizás es solo una sensación mía y este fue un
fin de año como otro cualquiera, solo que con los Cinco e casa y la promesa
incierta de un futuro mejor y posible.
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