Por: Mario Herrera
Pocas veces chocan
dos elementos que crean un sentimiento común. En la pelota cubana todo parece
indicar que Matanzas e Industriales serán los que discutan el título; eso sí,
más antipatías, imposible.
Soy nacido y
criado en la capital. He tenido la suerte de conocer mi país y si algo he
aprendido, es que habanero es sinónimo de industrialista y por tanto, persona
no grata. Si encima te atreves a pasear por las calles con una gorrita o un
pullover de Industriales…
De todos sabido
que es el equipo más amado y más odiado. La cuestión es: “Si mi equipo no
clasifica, le voy a cualquiera que esté contra Industriales”. Lo dicho: “Con
Industriales o contra Industriales”.
Matanzas era un
equipo colero hasta la llegada del manager Víctor Mesa. El ex jardinero central
de Las Villas hizo que el equipo saliera de un sótano habitual para convertirse
en un conjunto de élite; tal parece que quiere convertir a los Cocodrilos en el
nuevo Industriales, que solo mencionar su nombre sea sinónimo de buen beisbol, que
los contrarios quieran ganarle y sea un mérito hacerlo.
Pero no cae bien
el 32. Problemas constantes con la prensa, demasiados gestos y ofensas a los
árbitros, demasiadas discusiones de un mánager que conoce su trabajo y está en
todas, un mánager que quiere ganar cueste lo que cueste.
Solo los
matanceros le adoran sus “malacrianzas”, pero tienen razones de sobra para
hacerlo, les devolvió la fe y el amor a la pelota.
Sin dudas si esta
llega a ser la final será atractiva a más no poder; ambos conjuntos llegarían
en tremenda forma deportiva, a un nivel muy alto y será un gran play off.
Lo mejor es el
picante entre los dos conjuntos cada vez que se enfrentan, salen chispas.
Entonces me hago una pregunta: todos verían el duelo por título, pero… ¿con
quién estarían las aficiones?
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