martes, 7 de enero de 2020

Me opongo

Maikel Chang ES CUBANO (Sorry bro)

Por: Mario Herrera

 Parece que pensar diferente te hace blanco de ataques. Como si existiera una única manera de ver el mundo, aquellos que lo ven con otros ojos, se creen autoridad moral y juzgadora. Atacan sin pensar, por un segundo, la lógica del análisis que puedas hacer, y, por supuesto, Facebook se atraganta de todo el odio que pueda surgir.
 Me opongo a tanto absurdo.
 EN días recientes, la triste noticia de la negación de entada al futbolista cubano Maikel Chang a Cuba, tras sus casi (técnicamente sería en octubre) ocho años fuera del país, como señalan las normas actuales, estremeció las redes sociales y se ensañó con esa diferencia de pensamiento entre algunos y otros.
 Y querían saber mi opinión, por público o privado me preguntaron porque, soy el “único” de la prensa denominada “oficialista”, que defiende a la izquierda y a la revolución, y está involucrado en el fútbol cubano.
 Como he dicho en varias ocasiones, y ya de paso respondo, me opongo al “exilio” de jugadores, atletas, personal cubano de cualquier rama, por razones de migración. Primero: porque no parará el flujo migratorio; segundo: porque muchas veces ese flujo responde a otras cuestiones más allá de la económica, responde a sueños, ambiciones personales de superación, a la reunificación familiar, o a cambiar su realidad sencillamente y, tercero, casi nunca está ligado a cuestiones meramente políticas, y sí, algunas veces, a decisiones de insensócratas y el cómo se sienten los que migran ante las decisiones tomadas por esas personas con poder de decidir (valga la reiteración del término)
 Por otro lado, no me parece correcto dejar fuera a unos durante ese lapso de tiempo, con la separación de la familia que trae consigo como consecuencia directa, cuando decimos a la migración cubana que contamos con ellos, los invitamos a que se lean el proyecto de constitución, les pedimos que participen en la creación de la misma, o les decimos a los médicos que abandonaron delegaciones que pueden regresar si gustan, que tienen las garantías de trabajo y demás aseguradas.
 También soy del criterio que debemos unir, no dividir, y la prensa, tanto la del sur de la Florida, como otras derechistas y la de los negociopositores cubanos, buscan a toda costa la división entre nosotros.
 ¿La consecuencia del acto de no permitir la entrada del capitalino? Muy simple: su frase “Hoy dejo de ser cubano”. Es, y ha de ser, una carga para todos, desde quienes incentivan el odio, hasta quienes toman decisiones erradas.
 Maikel Chang es cubano (sorry brother). El tema migratorio de los deportistas debe ser solucionado de otra forma. MI propuesta sería mediante contrato, pero no me meteré a explicarlo ahora.
 Por lo tanto, me opongo a la no entrada de Chang a Cuba, aunque soy de izquierda. Y eso no tiene que ver con otros conceptos de la formación de equipos Cuba.

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