lunes, 1 de octubre de 2018

Me alegra la rectificación, pero quedan más


Por: Mario Herrera
 
 Lamentablemente, no pude estar en la conferencia de prensa del pasado viernes, pero, visto lo redactado por Cubadebate, y Juventud Rebelde, más, lo que hará seguramente Futbol por Dentro, y lo que conocía de antemano y compartimos con ustedes, a través de nuestro espacio, no hay mucho más que agregar en el tema.
 Todo queda entonces, en campo del DT Raúl Mederos.

  Ya es conocida la lista de seis jugadores que son interés de AFC, de cara al duelo contra República Dominicana, fundamentalmente por cuestiones de tiempo y normas jurídicas plasmadas por FIFA.
 Me queda siempre el aquello, de que podemos pedir más.
 Si bien es cierto, que las condiciones de hoy día, son diferentes a las de hace años atrás. SI nuestra política permite que los médicos que abandonaron misiones en cualquier parte del mundo, regresen a Cuba y a su empleo (sin ánimos de comparar la importancia de unas y otras); si bien es cierto, que les pedimos a los cubanos residentes en el extranjero, sea cual fuere la forma en que hayan migrado, que participen en nuestra reforma constitucional, con todo el respeto  que merece semejante proceso. Si todo este cambio es posible, creo entonces, que hay que revisar otras alternativas.
 Como siempre he expresado, la convocatoria de jugadores que abandonaron (no me gusta el término deserción) a la selección en eventos internacionales, es complicado, y defiendo no se haga, no por cuestiones políticas, sino por el hecho de que quien lo hizo, abandonó a su compañero cuando éste más lo necesitaba. Es una cuestión de disciplina, amén, criterios de otros que no lo ven así.
 Pero, si vamos a ser justos, eso no nos corresponde a nosotros creernos dueños absolutos de la verdad. Si existiera la posibilidad, remota al menos, de tratarse este tema, tendrá que ser entre los directivos de AFC, los entrenadores que han sufrido la salida de jugadores, y han perdido posibilidades reales debido a esa causa, los jugadores de la selección, tanto de esta, como las generaciones que vieron salir a sus compañeros entes de tiempo, y los jugadores que vienen con una mentalidad distinta por el lugar en que crecieron. Lo que decida ese grupo ha de ser, como decimos en Cuba, Santa Palabra.
 Y mientras unos, con ganas de hacer daño, más que de construir, atacan las decisiones del cambio, en vez de celebrarlas, este servidor quisiera compartir otros nombres a tener en cuenta:
 Alberto “Beto” Gómez. ¿Quién fue el que permitió que su nombre no estuviera más en la lista de convocables? ¿A quién se le olvidó este gran jugador? No hablaré de lo que es o no, capaz de hacer.
 Eugenio Palmero ha tenido una excelente temporada con el Vega Real. ¡Keko Fernández!.
 Pero, salidos de Cuba, se me ocurren nombres como el de Arturo Diz Pe. Y es un caso excepcional, porque no abandonó a la selección. Tras el tema de dopaje que todos conocemos, cuando fue a realizar su muestra de comprobación, y dar positivo, Diz Pe desapareció de las redes sociales, no quiso contestar a muchas preguntas que teníamos, y la primera, cómo estaba. Era una cuestión complicada, de vergüenza, de haber fallado, contra su  voluntad, a sus hermanos de selección. Arturo no regresó a Cuba por pena, por un sentimiento de vergüenza, y decidió como todo joven que se ve desesperado ante un hecho tan desconcertante. Sabe que dio positivo, y eso lo apenaba aunque no fuera su culpa. Por eso, pido, un segundo para reflexionar su nombre.
 Maikel Chang y Heviel Cordovés. Ambos tuvieron, bajo la mirada de Chander González, un tremendo papel en los juegos Panamericanos de Guadalajara. Todos hablaron bien de ellos. Sin embargo, el proceso clasificatorio rumbo a Brasil, que pasó bajo la mirada del mismo entrenador, les corrió por delante sin tener el protagonismo que ellos hubieran esperado.
 Cierto es que no es lo mismo Panamericanos, torneo U-23, todos con la misma edad, que una eliminatoria mundialista, el nivel es superior, pero eso, ¿quién se los explicó? ¿Quién habló con ellos, con dos muchachos de veinte años? Cuando los vi en las gradas del Marrero, una vez, hablé con ellos, y les vi la tristeza y decepción, en el rostro, en sus palabras. Cuando fueron a Canadá, fueron a cubrir huecos. Sí, es cierto que dejaron al equipo con once, y Yaudel Lahera con cinco puntos en la pierna tuvo que jugar los noventa minutos, pero eran demasiado jóvenes para entender las verdaderas consecuencias.
 Aquí, los insensócratas están acostumbrados a pensar que quien “se queda” es por una traición a la patria. Ese discurso vacío los lleva a puestos de decisión. Lo que nunca hacen, es pensar lo difícil que es tomar la decisión.
 Pero repito, pongo a estos tres por estas razones, y sé que será complicado incluirlos.
 El resto, reitero, deben decidirlo los que de verdad están involucrados, los Raúl González Triana, los Chander González, los jugadores de la generación de 2007, los del preolímpico de 2008, los de 2015, los de la Copa Oro de 2015. Si todos ellos se ponen de acuerdo en llamarlos de regreso, pueden llegar al nuevo Presidente Cubano y hablar con él el tema. Son tiempos nuevos en los que se construye una Cuba con Todos y para el Bien de Todos, pero es paso a paso, y es posible lograr llegar hasta su oficina.
 Excluyo, muy a mi pesar, a Roberto Peraza, por la sanción que carga el jugador habanero; pero, si tenemos en cuenta, lo lento del proceso de contratación, la cantidad de firmas autorizadas, y la burocracia, sería más justo quitarle el castigo, y regresarlo al equipo.

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