Por: Mario Herrera
Volvió a suceder.
Varios miembros de la selección cubana de fútbol, esta vez, la olímpica,
decidieron no continuar viaje con el equipo en la aventura de llegar a Tokio
2020.
Hace años es lo
mismo: equipos van, equipos que se desarman. Estados Unidos es el paraíso del “No
Retorno”.
Los “jefes del
fútbol cubano” deben estar molestos, y podría decir que con algo de razón,
porque, a fin de cuentas, han utilizado al equipo patrio como trampolín de
viaje y luego, lo han dejado varado en medio del camino, sin, al menos,
terminar la encomienda que se les dio.