Por: Mario Herrera
Beisbol Vs Futbol, complicado |
En este momento
participo en el Décimo Curso Internacional de
Periodismo Deportivo. Nos han puesto un trabajo por equipo que tiene
cosas accesibles y otras que se las traen. Le hago entonces una pregunta: ¿cuál
creen que me tocó?
El Fútbol Vs.
Otros deportes en la prensa cubana. Ya sé que da risa, que es complicado, que
es caliente pero no queda otra. Eso sí, me parece que no se puede hablar de
cómo llegamos aquí sin pasar por un toque sutil a la historia del deporte en
Cuba y para evitar entrar en cuestiones extensas, lo haré lo más sintético
posible.
Hagamos una
división entre antes y después de la Revolución.
Antes de 1959 casi
toda la información que encuentro de deportes en diarios de la época trata, en
esencia, de beisbol, futbol o boxeo aunque no se dejó de lado la esgrima a
Ramón Fonst cuando ganó el oro en las olimpiadas Paris 1900 o la de San Luis
1904 y quizás algo de atletismo.
El beisbol llegó a
Cuba en1860 dicen, por marineros norteamericanos que hacían escala en nuestros
puertos. Tras el fusilamiento de los Ocho Estudiantes de Medicina, muchas
fueron las familias que enviaron a sus hijos a estudiar a Estados Unidos y lo
vieron, jugaron, vivieron. Para no hacer muy largo el cuento, el primer partido
oficial se juega en El Palmar de Junco el 27 de diciembre de 1874. Y la verdad
es que pegó en la cultura popular la pelota. Con la intervención norteamericana
nació una pasión tremenda por este deporte que tuvo un primer campeonato cubano
en 1978 con duelos entre Almendares y Habana que después serían rivales
enconados.
Nacieron otros
equipos, Cienfuegos fue uno de los que se unió y los Tigres de Marianao.
El futbol cubano es olvidado casi en su generalidad |
Pero era sectario
y muy pocos cubanos participaban en él. Llegó a ser tan poderoso como la economía
de la migración española en Cuba, lo que no es despreciable. Hasta tal punto
llegó que las sociedades españolas contrataban a futbolistas que militaban en
España para que jugaran también en Cuba, porque cada sociedad representaba una
región y trasladaron los conflictos regionales originales a nuestro país,
entonces los jugadores en España querían participar en esa historia. Claro, no
todos.
El boxeo en Cuba
también es heredado de los Estados Unidos y acaparaba titulares, Kid Chocolate
desde 1927, Kid Gavilán por los 40´, Ultinimio Ramos que después migró a México.
1959, llegan Fidel
y Los Barbudos a La Habana. Hay un cambio político, el deporte ya no es tema de
ricos o posibles sino que se elabora un plan para que el deporte sea “Derecho
del Pueblo”. Se da un incidente con un equipo de beisbol, los Cubans Sugar
Kings que eran una sucursal de los Reds de Cincinnati; como estar en segunda
división, con opciones de llegar a primera. Definen una serie que les daba el
pase a las Grandes Ligas norteamericanas en siete juegos, pero luego comienzan
los problemas entre las direcciones políticas de Estados Unidos y Cuba y las
Grandes Ligas niegan el derecho que habían ganado los Cubans. Se cierra el
deporte profesional y como consecuencia nace el deporte amateur en nuestro país
y se concreta la visión de la accesibilidad gratuita a las instalaciones
deportivas.
Un trabajo intenso
que empezó a dar frutos desde los centroamericanos de 1966 en San Juan, Puerto
Rico. El beisbol tenía una gran atención, pero era pareja para todos.
Los setentas
trajeron un bronce para el baloncesto cubano en Munich 72´, en fin, se
construía una base fuerte, el atletismo dio frutos tremendos, Alberto
Juantorena gana los 400 y los 800 metros planos en Montreal 76´. Los ochenta y
las olimpiadas de Moscú, la manipulación anticomunista de la Guerra Fría, luego
la respuesta de la izquierda para los dos siguiente ciclos.
Llegan los noventa
a Cuba. Colapsa la URSS y el Campo Socialista Europeo, se derrumba la economía
cubana. Situación imposible de imaginar, encima, Juegos Panamericanos La Habana
91´. Y se ganan, sobre Estados Unidos que arreciaba los ataques políticos
contra Cuba.
Al año siguiente
viene Barcelona 92´, Cuba quinta en la tabla de medallas; Atlanta 96´, octava. Años
de gloria, inolvidables.
En casa se reducen los eventos deportivos, desaparece la
Vuelta Ciclística a Cuba, categoría A-1 de la UCI y junto al Táchira, las más
importantes de América, pero nace una Liga Superior de Baloncesto que fue un
espectáculo impactante, con jugadores que atraparon a la afición de una forma
tremenda. No había un campeonato cubano de voleibol pero “Las Espectaculares
Morenas del Caribe” llenaban la Ciudad Deportiva y en la Liga Mundial de
Voleibol quedaba gente afuera de la instalación con capacidad para diez mil
personas sentadas.
Llegó el siglo
XXI. Renace y muere de nuevo La Vuelta a Cuba. Empezó a verse el fenómeno de la
migración de las principales figuras del deporte cubano a otros países, desde
el beisbol que se recuperó con una fuerza tremenda, con una estructura
competitiva parecida a Grandes Ligas en formato y cantidad de juegos, además
con generaciones de peloteros estelares que poco a poco se perdieron a algunos
de ellos. Lo mismo para el voleibol, la famosa Liga Superior de Baloncesto
también cedió fuerza por ese mismo fenómeno. Empezaron a desvanecerse los
campeonatos locales.
El fútbol era el
menos transmitido de todos esos deportes, aun cuando tuvo momentos de gloria
como los Panamericanos del 79´ que eliminan a Argentina en semifinales, los
cinco títulos en Centroamericanos y no se dolió tanto de esas pérdidas hasta
después de 2005. Sin embargo comenzó la televisión nacional a mostrarnos el
futbol internacional; el mundial de 1990 fue transmitido casi completo, y desde
Francia 98´ la Televisión Cubana puso todos los partidos de las copas del
mundo. Transmisión total.
Las nuevas
generaciones empezaron a gustar el fútbol además del beisbol. Era más barato,
conseguías una pelota mala, cuatro piedras en la calle y a jugar. La pelota
tenía sus versiones del barrio como el Taco, las Cuatro Esquinas, pero eran muy
molestas para los habitantes de una calle porque se rompían no pocos adornos y
se multaba su práctica en varias ocasiones siempre que fuera en la calle.
El futbol no tenía
tanto problema porque se aprovechaban espacios reducidos en parques y de ahí
creció su popularidad, además como deporte era y es mucho más completo.
La televisión
aumentó según sus recursos económicos estatales las transmisiones del fútbol,
del mejor que se podía consumir, no así con la pelota hasta que alguien destacó
el hecho que las personas menores de treinta años gustaban más del fútbol que
de la pelota y ahí se armó la de San Quintín.
La coexistencia
entre deportes que debía ser pacífica y normal se ha convertido en una batalla
campal no entre medios de prensa, no en la trasmisión o selección de la
parrilla de la televisión, si no entre colegas defensores de uno u otro y ha
generado no pocos encontronazos de la ultranza.
El nacimiento de
un canal puramente deportivo ha sido un beneficio porque trata de balancear a
ambos lados y poner otros deportes.
La discusión es
mucho más complicada que este resumen pero traté de darles una idea, espero
haber logrado el objetivo. La única cuestión que me queda por aclarar, es que la pasión por el fútbol no incluye increíblemente al cubano.
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