Por: Mario
Herrera
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Frank López cuando era sub-17 |
Complicada estuvo la clasificación cubana a la
final del Caribe de fútbol rumbo a la hexagonal de CONCACAF, categoría sub-20.
El equipo dirigido por William Benet deja
mucho que desear por todos lados excepto lo relacionado con la capacidad
ofensiva y creativa de jugadores como Frank López o Roberto Peraza y menos mal
que los tiene.
Llegó complicada la Sele a la última jornada de
la fase e el Pedro Marrero pero una vez que terminó el primer encuentro entre
Barbados y San Vicente y las Granadinas con empate a cero, las cosas empezaron
a aclarar para los nuestros. Tenían que ganarle a Martinica.
Entonces se hicieron cambios. Kiki Godines vio
los toros desde la barrera, Gilbert Iglesias sustituyó a Hedí Sanamé, Osmany
Capote abrió desde el inicio y Jonathan Moliner le mostró a David Urgellés cómo
es que trabaja un central.
Funcionó. AL 38´ apareció la magia de Frank López
con un auténtico golazo. Repitió la dosis al 61´ y Brian Rosales anotó el
tercero.
Los nuestros tuvieron el balón el 59 % del
tiempo pero hubo paridad de disparos a puerta entre cubanos y visitantes; los
nuestros duplicaron la cantidad de faltas prácticamente (26-14).
De todas formas cumplieron la tarea y llegarán
a Trinidad y Tobago en busca de uno de los dos cupos que le otorga CONCACAF al
caribe para su fase final en fecha aún por definir pero que pudiera ser entre
agosto y septiembre próximos.
Desde mi punto de vista el equipo necesita una
nueva dirección que haga trabajar al equipo, que reacomode a los que están
fuera de sus posiciones, el propio Kiki, convertido de volante mixto a
delantero o Peraza, muy atrasado en el campo y lejos del gol.
Esperemos que ocurran cambios, no es muy halagüeño
que después de una clasificación histórica se descienda con un material tan
bueno.
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