Por: Mario Herrera
SCU Vs. LHA en la segunda ronda |
Como uno nunca
quisiera ver un deporte que ama, terminó esta edición 102 de la Liga Cubana de
Futbol. Tan sencillo como ausente. ¿Quién se enteró de su final? ¿Quién sabe
algo de su gala nacional, celebrada ayer, en la Indómita Santiago? ¿Quién se
enteró del desagradable incidente en Camagüey, evitable por demás?
Desde un inicio
mal pensada, planificada y ejecutada, la liga cambió su nombre para parecerse a
las ligas internacionales. Solo de nombre.
Formato nuevo: Una
pena; se jugaba cada dos días en las fases de grupos, contra normas de la FIFA
de mayo de 2012, que establecen un mínimo de tres días de descanso entre
partido y partido, norma que viene desde que el Sindicato Mundial de
Futbolistas (FIFAPro) exigiera la implementación del descanso de tres fechas,
basado en un informe del entrenador y fisiólogo holandés Raymond Verheijen,
basado este, en los resultados de 27.000 partidos de alto nivel. Verheijen
demostró de forma convincente que un período de recuperación de dos días es
insuficiente, y que las oportunidades de obtener buenos resultados en el
segundo encuentro son considerablemente reducidas. Así que jugar días alternos,
después de hecho este estudio, su aprobación por FIFA y aplicación en cualquier
evento, es una violación. Según el Master en Ciencias Dariem Díaz, ex DT de La
Habana, hay una gran cantidad de micro lesiones que sufre el organismo debido a
que no tiene tiempo de recuperarse del todo, máxime, en las condiciones de
Cuba.
Una segunda: De
segunda división, con el mismo formato de juego en días alternos, solo supimos
lo más básico: clasificaron a primera división Sancti Spiritus y Artemisa. Alguna
que otra información llegó, pero cero seguimiento mediático.
La liguilla: La
fase final de la liga se pareció a lo mismo de los últimos años, solo que seis
equipos, en vez de jugar los dieciocho encuentros del formato anterior,
llegaron a veintidós. Con descanso de una semana entre partido y partido. Por
suerte, los viajes no fueron largos pues los clasificados se concentraron entre
Cienfuegos y Santiago de Cuba, un máximo de ocho horas de viaje por carretera.
NO conocimos este año de ningún guaguazo.
Atención mediática: Casi nula. La televisión hizo un gran
esfuerzo económico por llevar la primera fase desde Zulueta; el gasto era
enorme pues hubo que contratar los servicios de ETECSA para poder sacar la
señal desde el estadio villaclareño para Santa Clara y que ésta pudiera ser
distribuida, debido a lo alejado del pueblo, y las condiciones necesarias
inexistentes para esta operación. Desde la llegada todo fue marcha atrás, y lo
bueno que salió, se logró gracias a la
colaboración de los habitantes de Zulueta; de la ayuda requerida a los
directivos del INDER provincial y otras autoridades, nada. Santiago también
tuvo la posibilidad de transmitir un encuentro, pero la imagen de un terreno
muy afectado por la sequía manchó cualquier intento de salvar al futbol cubano.
Los rating de audiencia fueron casi nulos. Los reportes de prensa fueron pocos,
casi todos venidos desde Santiago de Cuba. Minas, Manatí, Zulueta, son pueblos
muy alejados de las cabeceras provinciales y llevar a la prensa, con las
cámaras y demás, puede ser complejo para quienes tienen otras prioridades. La
prensa escrita, a veces actualizaba. Otras no. El encuentro Santiago vs Ciego,
tuvo una intención inicial de ser transmitida, dada su importancia, pero finalmente
se decidió no hacerlo y darle prioridad a otras cuestiones, debido a las malas
experiencias anteriores.
Ausencias: Nos
guste o no, la ausencia de La Habana a la liguilla le quitó posibilidades de
transmisión televisiva al torneo, y algo de picante, conocida la rivalidad de
los equipos de otras provincias con la capital, y más en la sede habanera.
Sabemos que en el Pedro Marrero radican los jefes, y todos quieren venir a
lucir bien donde los que eligen a los seleccionados nacionales puedan verlos.
El link: Si algo
bueno tuvo esta temporada, es precisamente el link de la liga dentro de la
página del INDER. Aunque no me dio alguna que otra información que me hubiese
gustado tener, como las alineaciones (de forma constante), siempre en las
tardes sabatinas, podía uno buscar los resultados y la actualización del
evento, que las encontraba.
Los uniformes: Lo
mismo de todos los años. Cada vez más malos, más impresentables. Sin medias,
sin espinilleras. Sin calzado. Es cierto que las cosas, en el mundo real, se las
buscan los propios jugadores, los que cobran por jugar; y los amateurs, las
consiguen porque juegan a lo que les gusta. Pero aun a los profesionales, el
club les garantiza todo el vestuario, calzado y protección reglamentaria. Forma
parte de los acuerdo de patrocinio con la empresa que viste al conjunto. Que el
jugador los use o no, que tenga o no un contrato de patrocinio y uso de su
imagen para alguna otra firma y prefiera usar los suyos, o los compre, ya esos
son otros veinte pesos. A nuestros atletas, nada de nada, vengan de donde
vengan y con el mayor o menor apoyo económico de la familia, según las
posibilidades.
La disciplina:
Este año, con tan poca atención mediática, solo pude conocer de lo sucedido en
Minas entre un árbitro y un jugador de Las Tunas. Incidente más que
desagradable. Lo que me preocupa no es que haya sucedido, ni la estupidez
humana de la guapería, sino lo evitable que era. En el video, quien lo graba,
expresa su conocimiento de qué pasaría, de que era inevitable que sucediera. ¿A
quién en su sano juicio se le ocurre ponerle un colegiado a un equipo, con el
que ya ha tenido problemas, durante dos encuentros consecutivos? (Ver en la
propia página del INDER, PDF de los juegos 98 y 102) Sobran las palabras.
Me he extendido
demasiado y hay muchas cosas que conoceré después, los lesionados de las dos
primeras rondas, cuáles de ellos tuvieron seriedad debido al juego sin el
descanso apropiado, no debido a otras cuestiones futboleras. Cabe destacar que
este año, Yoadir Puga logró llegar y sobrepasar la cifra de los 100 goles.
Mandy Coroneaux logró también llegar a los 100, pero se dice que hay siete
anotaciones de 2003 que no todos los estadísticos tienen.
Santiago de Cuba
fue justo ganador del torneo. Con sus 22 fechas invictas este año, más seis del
anterior, iguala el record de 28 fechas sin perder del Villa Clara del 82-83.
Desde 2006, ningún equipo de la zona oriental cubana había ganado el torneo,
cuando lo hizo Holguín aquel año. Para
Santiago, es la segunda vez que un equipo de esa provincia gana una liga
cubana, aunque cabe destacar que los Diablos Rojos de Baltony de 1949
representaba a la provincia Oriente. En 1930 ganó el deportivo Español de
Santiago. EL record de encuentros sin perder es de 33.
Hay mucho por
cambiar. No me cansaré de decir que quien no tenga las habilidades ni los
conocimientos para estar al frente de determinada actividad, no puede dirigirla.
El INDER es el principal patrocinador del deporte en Cuba, si éste no tiene la capacidad
económica para hacerlo, entonces debe ponerse a un costado y dejar que las
diferentes federaciones nacionales se encarguen de buscar sus propios
patrocinios, en aras de mejorar el espectáculo. Las instalaciones deben estar
en las cabeceras provinciales, por mucho que me duela con Manatí, Zulueta,
Minas, para facilitar el trabajo de la prensa y el acceso a ellas del público,
y hasta la televisión y la radio. Las instalaciones dedicadas al futbol no
deben ser utilizadas indiscriminadamente y solo ser usadas para los campeonatos
nacionales, debido a las dificultades con la sequía y los problemas de
desniveles en los terrenos.
Hay mucho por
cambiar.
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