Por: Mario Herrera
Poco se
puede esperar en un futuro inmediato del Campeonato Nacional de Futbol cubano,
o la nueva Liga, como le han cambiado ahora su nombre “para parecerse más a lo
internacional”, según el Comisionado Nacional de la disciplina, René Pérez.
Pero el
punto se sale un poco de la “I” y se mueve a un costado cuando las cosas
comienzan a irse de control. Hace un par de años, Jeniel Márquez y Marcel
Hernández, descubrían las facilidades que la liga de Antigua y Barbuda les
ofrecían a los jugadores cubanos. En 2016, una buena cantidad de jugadores,
veteranos, retirados, otros “no interesantes” para la selección nacional,
migraron por sus medios para conseguirse un contrato en esa liga, ante la
pasividad de quienes debían hacerlo por ellos.
Eso
provocó la ira del Comisionado Nacional, que en algún momento los declaró
“Ilegales” en esa liga (sin olvidar a los que fueron a Haití o Guadalupe). Los
asesores jurídicos de algunos territorios con jugadores “ilegales”, revisaron
el caso, y les aconsejaron a los directores técnicos que reclamaran el derecho
a contar con ellos pues no había tal ilegalidad. Entonces el discurso cambio
del “ilegales” a “Cuba no tiene constancia de jugadores cubanos que militen en
ninguna liga”. Resumen: regresarán a casa y jugarán en sus provincias.
El
pasado domingo, y tras un esfuerzo económico gigantesco de la televisión
cubana, Tele Rebelde pudo transmitir la jornada inaugural de la Liga Nacional.
La necesidad de una plataforma que diera la altura adecuada para las cámaras
principales fue el primer problema, y uno de los que quedó sin solución. Las
cámaras, a menos de tres y medio metros de altura, no daban un ángulo idóneo
que mostrara el césped, afectado por demás, por una intensa sequía que dura
años en Cuba, y en Zulueta específicamente, más de tres meses sin ver una gota
de lluvia. Los que vimos el encuentro, notamos el césped más quemado de lo que
estaba en realidad. Seamos justos, eso no le corresponde a AFC, sino al INDER o
a las autoridades locales, conseguir lo que hiciera falta para que se viera
mejor un evento que hacía quince años no se lograba, televisar desde Zulueta,
además, con la condición de campeón defensor el equipo local.
Una
inversión de más de 600 000 pesos ha hecho el gobierno provincial en la
construcción de camerinos, con jacuzzi incluida, sala de prensa (aún por
terminar) y salón para los árbitros. Inversión que no cuenta con la ayuda de
AFC. Gracias a esa inversión, se construyó un pequeño túnel para la salida de
los jugadores, que incluso fue explotada en la transmisión como novedad, pero…
cómo hubo que mover a la gente del lugar para que ese túnel estuviera
presentable para las cámaras. Pueblo pequeño al fin, ese tipo de detalles se
les escapa.
Algo que
también se escapó, pero no a los lugareños, a los cuales les estaremos
eternamente agradecidos por la hospitalidad gigante de los pueblos pequeños,
sino a los Comisarios del encuentro y a los directivos de AFC presentes, es que
el arquero granmense llevara una camiseta del Ac Milán, con el nombre de Kaká
en la espalda, en pleno partido oficial. Nada más que el Presidente del INDER,
llamó a la televisión a ver si podían solucionar el asunto, o sea, cambiarle la
camiseta al arquero. Se logró, tras muchos gritos, esparadrapo, y acercamientos al banco de Granma, en el
minuto 70. Pero las medias de los granmenses tenían variedades de tonos,
colores. Uno con un par de medias negras, otros, blancas, o azules. “Se nos
escapó”, dijo el Vicepresidente de AFC, Antonio Garcés. “El módulo que nos
entrega el INDER solo consiste en shorts y camisetas”.
Usted
dirá: “¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?” Bueno, es que este tipo de
cuestiones son habituales en nuestros campeonatos nacionales. Falta una
seriedad que haga imponer el reglamento como debe ser, y condiciones. Encima,
no hay mucha televisación y cuando se logra la atención, un cambio de sede
repentino la afecta, o una serie de desmanes de esa misma seriedad
resquebrajada dañan lo que más quieren los futbolistas cubanos: que la gente
sepa que existen.
Los
futbolistas cubanos se sienten muchas veces, desatendidos por la comisión
nacional de la disciplina, y no solo en este ejemplo que les comenté, sino
también en la incapacidad o el desinterés de buscarles equipos para jugar de
forma profesional. Por eso, desde este 2016 y al ver triunfar a
Jeniel, y sobre todo, Marcel Hernández, una lista de jugadores lo intentaron
con éxito en Antigua. Los hermanos Colomé, lograron con el Parham, el título
esquivo con La Habana desde 2001. El director técnico habanero, Dariem Díaz, no
solo logrará clasificar en sus dos encuentros pendientes a su equipo a la
Premier, sino que además colaboró con un equipo de esa máxima categoría para
que clasificara a Concachampions 2018, y lo dirigirá este mismo 2017. En fin,
no solo jugaron con continuidad, sino además jugaron profesionalmente, con
todas las comodidades que eso representa en el mundo, y el crecimiento personal
de cada uno.
En
marzo, comenzará la tercera edición de la liga dominicana de futbol, que se
extenderá hasta julio. Hay un contingente cubano que podría salir para allá, a
seguir los pasos de Marcel Hernández, convertido en el fichaje más importante
del Barcelona Atlético de esa liga. Junto a él estuvo el año pasado Jorge Luis
Clavelo que no pudo renovar.
Nada,
que los jugadores se han buscado por su cuenta, lo que la AFC debía buscar para
ellos. Si este año funcionan las cosas, como estoy seguro que lo harán, veremos
la temporada 2 de la Liga Nacional cubana, más deteriorada que el césped de
Zulueta.
Cabe esperar a ver la reacción de la comisión, que quizás, si hay algún jugador de selección nacional, no vea una convocatoria en este año donde supuestamente jugaremos amistosos, no por "ilegal", sino por no tener constancia la AFC de presencia de jugadores cubanos en ninguna liga, y por tanto, al no jugar el nacional, no tienen presencia o rendimiento que se pueda evaluar por la comisión para poder integrar la selección.
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