Por:
Mario Herrera
No quiero meterme en el tema de lo sucedido en
el torneo Premier 12 de béisbol con el equipo cubano, la toma de las decisiones
del manager Víctor Mesa, la forma de jugar el equipo, el desempeño en general
de los miembros, los que tuvieron acción, los que no.
Si bien es cierto que es
decepcionante para muchos el resultado discreto, por irse en cuartos de final,
por la forma de llegar a esta instancia con lo mejor que tenemos disponible en
este momento, desde mi punto de vista, era esperado.
El éxodo anual de peloteros de todas las
provincias al exterior en la búsqueda del sueño de ser un profesional e
intentar llegar a la
Major League Béisbol (MLB), la decisión de otros de no
continuar con nuestra serie nacional, el bajo nivel cualitativo de ésta, hacen
de la pelota cubana algo tan alejado de lo que fue alguna vez.
Creo que aún no hemos
tocado fondo. La contratación a ligas extranjeras da resultados pero es muy
poca. Digo que da resultados no solo por la mejoría económica de los atletas
sino por lo sucedido en este evento, jugadores de la liga independiente de
Canadá que no eran titulares se ganaron el puesto a base de hacerlo bien y
estuvieron bien en la liga. A Despaigne le pagan en Japón por conectar
cuadrangulares y eso es lo que siempre trata de buscar. El rival conoce al
atleta cubano y sus lanzadores se cuidan con un control exquisito que nosotros
desconocemos hoy día en nuestra pelota y por eso es necesaria la salida de
jugadores a otras ligas.
Pero ese es un tema conocido desde hace muchos
años. La cuestión es qué va a pasar ahora. Desde mi punto de vista el Clásico
de 2017 nos dará la verdadera visión del asunto. Terminar por debajo de la
octava plaza nos enviaría a jugar eliminatorias y es eso precisamente lo que
más temo. Quizás ese sea el fondo de la botella y me viene a la cabeza otra
pregunta: ¿Cómo lo tomaría el pueblo, la gente, el cubano de a pie orgulloso de
nuestra pelota?
Año tras año nos quedamos a la espera de ver
quiénes salieron de los equipos por migración. Este 2015 perdimos más de un
centenar de jugadores, algunos de ellos tendrían cupo en este equipo. Para la
gente hay una solución única: convocar nuevamente a los emigrados.
Soy de los que comparte este criterio pero no
dejo de ver las sombras dentro de “tanta luz”. Hacerlo sería desde el punto de
vista político un golpe tremendo pues echaría por tierra años de renegarlos,
pero además, sería un impulso a una migración mayor para los que están en Cuba,
un invitación a “que se marche, total, lo podemos convocar nuevamente con el
equipo”. Pero además considero que si sucede en el orden antes comentado, la
que más sufriría sería la ya dañada liga cubana, con una pérdida cada vez mayor
de la afición y asistencia a los estadios.
Hay antecedentes. Dayron Robles es el ejemplo
claro de que se puede. El campeón olímpico de los 110 con vallas en Beijing
2008 tuvo una querella importante con el Presidente de la Federación Cubana
de Atletismo, Alberto Juantorena. Todos conocemos las declaraciones de uno y
otro lado (más del lado de Juantorena que las de Robles). Pero ahora la
realidad es otra. Orlando Ortega se suponía fuera junto a Yordan O´farril la
dupla competitiva de nuestro país en el presente ciclo olímpico pero como
muchas veces sucede, las diferencias entre atletas y autoridades hicieron que
Ortega saliera del país y será corredor español para los próximos juegos
olímpicos. Eso sumado a la
Vicepresidencia de Juantorena en la IAAF, quizás lograron “el
regreso” de Robles al equipo nacional como quiera que tendrá que buscarse su
puesto a Río 2016.
Pero está ese precedente y es lo importante. Contrario al ejemplo, la Federación Cubana de Voleibol a negado una y otra vez la posibilidad de que jugadores cubanos (y hay unos cuántos….) que migraron de forma legal, regresen y jueguen nuevamente por nuestro país a pesar de la pésima salud de este deporte que para nosotros es triste en demasía, todo, sobre la base de una generación que viene en camino y que sí tendrá las posibilidades que los migrados no tuvieron y reclamaron por años. Tan triste como eso, Osmany Juantorena, sobrino del actual vicepresidente de la IAAF, le dio a Italia la clasificación directa a los Juego Olímpicos.
Pero está ese precedente y es lo importante. Contrario al ejemplo, la Federación Cubana de Voleibol a negado una y otra vez la posibilidad de que jugadores cubanos (y hay unos cuántos….) que migraron de forma legal, regresen y jueguen nuevamente por nuestro país a pesar de la pésima salud de este deporte que para nosotros es triste en demasía, todo, sobre la base de una generación que viene en camino y que sí tendrá las posibilidades que los migrados no tuvieron y reclamaron por años. Tan triste como eso, Osmany Juantorena, sobrino del actual vicepresidente de la IAAF, le dio a Italia la clasificación directa a los Juego Olímpicos.
Pero regresemos a la pelota. Soy partidario de
evitar una hecatombe sin retorno y creo que esa es la fórmula. Ustedes que han
leído este espacio por algún tiempo, saben que siempre haré la excepción de
aquel que se alejó en pleno evento o antes de empezar el mismo, pero incluyo a
los que salieron de Cuba por una u otra vía, y ojo, reconozco lo que está en
juego y expresé hace un par de párrafos.
Las autoridades cubanas han negado esa
posibilidad hasta el momento y según leí en un trabajo desde Las Tunas, el
Comisionado Nacional dejó ver que se estudiaba el asunto pero después cambió su
testimonio y alegó que era un error de interpretación y como este servidor no
estaba presente, solo les dejo conocer los “hechos”.
Ahora, si la cuestión tiene que ver con el
tema contradicción entre convocarlos, que vengan los migrados, el estímulo a
una migración masiva, ilegal y el derrumbe total de nuestra serie nacional,
señores, es entendible el temor. Hay cosas que son muy grandes, más grandes que
nuestros deseos. Con todo y que dejemos en el lado MLB la pelota. Sí, ya sabemos
que los peloteros cubanos para ser contratados en Estados Unidos no deben tener
vínculos políticos ni jurídicos con Cuba y los jugadores cubanos de la MLB ya está comprobado que no
lo tienen, pero si los llamáramos, la cuestión queda en la decisión de ellos y
la pelota en terreno de las autoridades norteamericanas. Que vengan o no eso es
otra cosa.
También creo necesario aclarar que no
convocaría a quien hizo discursos contra su propio país. Si ya me fui, no me
interesa hablar de cosas que no tengan que ver con el béisbol en sí, y no con
las cuestiones de la
Insensocracia cubana, Esa las discuto con los Insensócratas
cuando tenga la oportunidad de verlos dónde sea y al que no le guste… ya sabe.
Sí critico y criticaré siempre que la cuestión
sea puramente autoritaria de alguien en plan “sé lo que ustedes quieren pero
aquí mando yo”, que a veces se da dentro de nuestros Insensócratas
acostumbrados a “ne-nociar” las cosas por sus fueros.
Estas son caras de una misma pelota a la que
usted, según su realidad, afición, filosofía, argumentos, seguramente le verá
otras. Pero creo que todos coincidimos que es un tema que necesita revisión y
atención inmediata, no vaya a ser que tengamos que jugar torneos
clasificatorios rumbo al Clásico 2021.
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